El izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva asestó ayer un nuevo golpe a su mayor rival, José Serra, al lograr el apoyo de parte de un grupo político que respaldaba al aspirante oficialista. Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), logró que el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Río de Janeiro, tercer mayor distrito electoral del país, se vuelque en su apoyo, abandonando a Serra. El PMDB, que tiene una fuerte presencia parlamentaria, forma parte de la alianza que apoya a Serra, candidato de la coalición oficialista que lidera el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) del presidente Fernando Henrique Cardoso. El apoyo de un sector del PMDB a la candidatura de Lula reforzó la confianza del candidato del PT, un ex líder sindical que ha puesto a temblar a los inversores, de ganar las elecciones en la primera vuelta y evitar un segundo turno. "Si yo ya creía en mi victoria, ahora comienzo a tener la casi certeza de que voy a ganar estas elecciones", dijo Lula ante un eufórico grupo de simpatizantes en un acto en Río de Janeiro, luego del anuncio del apoyo del PMDB. La deserción de parte del PMDB de la campaña de Serra quizás no represente una pérdida importante de votos para el candidato oficialista, pero sí le asesta un duro golpe a los esfuerzos del socialdemócrata de asegurarse el apoyo y el trabajo de los dirigentes del PMDB por su candidatura en todo el país. Otros representantes del partido, que cuenta con el mayor número de afiliados entre todas las agrupaciones políticas de Brasil, ya están trabajando por la candidatura de Lula en al menos 10 de los 27 estados que conforman Brasil. (Reuters)
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La Ciudad
