Río de Janeiro. - A nueve días de las elecciones presidenciales brasileñas, se fortalece entre los analistas políticos y especialistas en estadísticas la percepción de que es probable una victoria del líder del Partido de los Trabajadores (PT) Luiz Inacio Lula da Silva en la primera ronda de votación. Los mercados, en tanto, continuaron reflejando temores ante un eventual triunfo de Lula, y la moneda brasileña, el real, sufrió ayer una nueva caída a mínimos históricos, llegando a cotizar a 3,87 por dólar.
El director del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadísticas (Ibope), Carlos Augusto Montenegro, observó que "Lula está a dos pasos (puntos porcentuales) de decidir la elección en la primera vuelta", en declaraciones publicadas por el diario Jornal do Brasil.
Lula es el único candidato que cada día recibe nuevas adhesiones, incluso de grupos políticos que respaldaban al oficialismo (ver aparte). Lula, del Partido de los Trabajadores, sigue primero con gran ventaja (41%) y el 6 de octubre podría ganar la primera vuelta, si obtiene la mitad más uno de los votos. Caso contrario, disputará una segunda vuelta con quien llegue segundo, el 27 del mismo mes. Su inmediato perseguidor, el oficialista José Serra, tiene un 19% de preferencias. En tanto, el ex ministro de Hacienda centroizquierdista, Ciro Gomes, y el ex gobernador de Río de Janeiro, el populista Anthony Garotinho, están empatados con 14% de las intenciones de voto, según el sondeo.
El analista del Jornal do Brasil Pedro do Coutto cree que ha llegado la hora de Lula, como llegó la de Allende en 1970 en su cuarta tentativa y la de Mitterrand en 1981. En los medios políticos se espera lo que se ha dado en llamar "la estampida de la tropa", el momento en el cual mucha gente cambia su opción a favor del favorito y la mayor parte de los indecisos se suma al más probable vencedor.
La estampida del dólar
La posibilidad de que Lula llegue al Palacio del Planalto, sede del gobierno brasileño, aterroriza a los inversores, que no ven a un eventual gobierno del PT capaz de manejar eficientemente la abultada deuda del país, de 260.000 millones de dólares. Muchos inversores creen que un gobierno encabezado por Lula, que moderó su antigua retórica socialista en el cuarto intento por llegar a la presidencia, podría llevar a la primera economía latinoamericana por la senda de Argentina, que decretó en diciembre la cesación de pagos sobre parte de su deuda.
Mínimos históricos
Ayer, la moneda de Brasil, el real, tocó nuevos mínimos históricos. Desde la apertura del mercado cambiario, la divisa estadounidense sacudió a los mercados brasileños y llegó a cotizar a 3,87 reales por dólar, lo que representó un alza del 3% en relación al promedio del día anterior. En lo que va del año la moneda local acumula una baja del 40% frente a la moneda estadounidense.
Los inversores temen que si Lula llega a la presidencia pueda alejar al país de las reformas orientadas al mercado que impulsó el actual gobierno y eso pueda derivar en un incumplimiento de pagos de la deuda de la mayor economía de América latina.
El presidente Fernando Henrique Cardoso calificó como "absurdo" el comportamiento de los inversores, mientras que el ministro de Hacienda, Pedro Malán, expresó que el mercado es "ignorante e irracional".
Lo cierto es que la demanda de divisas crece sin cesar mientras que el mercado bursátil quedó abandonado. La escalada del billete verde comenzó el jueves, y diversos especialistas opinaron que la suba se produjo no sólo por el efecto Lula sino como consecuencia del vencimiento de títulos públicos reajustables en dólares, lo que llevó a los bancos a presionar las cotizaciones para cobrar más dinero al gobierno. Asimismo, estimaron que puede ocurrir lo mismo el martes próximo, cuando se espera un nuevo vencimiento.
El índice Bovespa de la Bolsa de San Pablo cayó 5,25%, a 8.715,87 puntos. Esta es la primera vez desde febrero de 1999, cuando Brasil buscaba recuperarse de una fuerte devaluación de su moneda, en que el Bovespa termina por debajo de la barrera de los 9.000 puntos. El ministro de Hacienda, Pedro Malan, denunció a los operadores que sacan ganancias de la especulación y agitan esos temores. "Son beneficios infecciosos, obtenidos mediante un miedo e ignorancia del mercado", sostuvo el funcionario al diario Folha desde Washington, donde asiste a la reunión anual del FMI.
Sorda a las críticas de sus rivales, la dirección peteísta ya se aboca a esbozar el "amplio pacto social" prometido por Lula y que será la base de un eventual futuro gobierno, debatiendo con industriales, inversionistas, sindicatos y banqueros.
El ex líder sindical metalúrgico afirmó el jueves que el país se encuentra a pocos días de un hecho que marcará la historia nacional, al elegir al primer presidente de origen obrero . "Estamos cerca de alcanzar el mayor hecho histórico y político de Brasil al elegir a una persona que salió de las fábricas para ser presidente del más importante país de América del Sur", dijo Lula ante más de 30.000 personas en un acto público en la playa de Botafogo, en Río de Janeiro. (DPA, Reuters y AFP)