Todo parecía definido. El empate estaba sellado y el telón comenzaba a cerrarse. Atrás había quedado la mejor oportunidad del rojinegro cuando Ponzio malograba un penal. Hasta que un cabezazo mortal de Martín Perezlindo en tiempo de descuento (generó algunas protestas de los jugadores) dejaba estupefacto a todo el estadio. Injusticia y derrota inmerecida eran las palabras que más resonaban en el Parque. Pero claro está que esto en el fútbol tiene poca cabida.
Newell's lo tuvo para ganar, pero no supo cómo hacerlo. O mejor dicho, no encontró el camino que lo condujera hacia un triunfo necesario para continuar en la zona de protagonismo. Porque Manso sigue sin poder transformarse en el conductor que necesita el equipo. Es cierto, a diferencia de otros encuentros el Piojo tuvo mayor entrega, pero eso no fue suficiente para desequilibrar ni generar el volumen de juego que necesitaba Newell's.
Tuvo la chance. En el arranque el tatengue quiso demostrar que no llegaba al Parque sólo a defenderse. Tan es así que la primera llegada lo tuvo a Silva Pro como protagonista malogrando una chance con un remate hacia los tejidos.
La clave estaba en el mediocampo. Los tatengues ganaban en esa zona con el transitar de Fernández y Torres por los costados y la entrega de Priotti por el centro. Mientras que los rojinegros corrían hacia todos lados en vano, porque la pelota era del rival. Domínguez era la sombra de Capria, quien generaba los espacios tirándose hacia los costados. Y Ponzio estaba perdido y deambulando por la zona media.
Recién sobre el cuarto de hora Lagorio experimentó una larga corrida que terminó con Nereo Fernández cometiéndole un grosero e innecesario penal (si el delantero seguía no iba a tener ángulo para definir). Ponzio se encargó de ejecutarlo, pero el arquero corrigió su error.
La noche pintaba negra, tan negra como la misma camiseta que estrenó. Para colmo de males, Passet fue a buscar una pelota abajo, se lesionó y debió dejar la cancha (ver aparte).
Metió mano. El esquema de Zamora no había funcionado. Entonces, en el complemento decidió hacer algunos cambios. Ruiz se quedó en el vestuario para que Marino tratara de generar algo de fútbol en un inexpresivo Ñuls. Y el volante de Los Surgentes le mejoró un poco la cara al equipo.
Rosales sacó un remate rasante que Lagorio no alcanzó. Fernández ganó en el aire y su cabezazo hizo rebotar la pelota en el travesaño. Marino tocó hacia el gol, pero Adrián González intervino justo. Cabezazo de Sacripanti que Nereo controló. Pero... no había definición.
Por momentos las situaciones aparecían, pero en otros a la Lepra no se le caía una idea. Es más, hasta en algunos pasajes se repartían horrores. Y a esa altura, para algunos, lo mejor que podía pasar era que se terminara.
Sánchez señaló tres minutos de descuento. Un tiempo que tal vez podía ser escaso para cambiar la historia de un partido apático, pero que en realidad fue suficiente para sentenciar a Newell's, generar algunos silbidos de los hinchas y hacerles pasar una noche negra.
Síntesis
Newell's 0: Passet (27' Palos 6); Ruiz 5 (46' Marino 6), L. Fernández 5, Crosa 6 y Adinolfi 6; Ponzio 5, S. Domínguez 5, Domizi 5 y Manso 4; Rosales 6 y Lagorio 5 (68' Sacripanti 5). Suplentes: Belluschi y Rodas. DT: Julio Zamora.
Unión 1: N. Fernández 7; A. González 6, Ortiz 6, Mosset 5 y Humoller 5; N. Fernández 6, Priotti 6 y Torres 6 (76' San Martín); R. Capria 5; Perezlindo 6 y Silva Pro 4 (81' Islas). Suplentes: Trípodi, Raggio y Wernly. DT: F. Kudelka.
Estadio: Coloso.
Arbitro: Angel Sánchez (6).
Recaudación: No suministrada.
Gol: 90' Perezlindo (U).
Amonestados: Rosales (NOB); Ortiz, Priotti, Humoller y Perezlindo (U).
Incidencias: 18' Nereo Fernández (U) le contuvo un penal a Ponzio (NOB).