Ciudad del Este. - La frontera argentina con Brasil y Paraguay está atestada de fuerzas de seguridad. El Ejército, la Fuerza Aérea, la Prefectura, Policía Federal, Gendarmería Nacional y la policía de la provincia de Misiones operan regularmente en la zona y en total suman varios miles de hombres. Esto demuestra la inquietud de las autoridades argentinas por garantizar la invulnerabilidad de la zona, algo que por las características del terreno es prácticamente imposible. Desde los atentados contra la Embajada de Israel y la Amia, tanto la Gendarmería Nacional como la Policía Federal tienen unidades antiterroristas trabajando en la zona, con agentes encubiertos que rastrillan la frontera para tratar de detectar actividades y sujetos sospechosos. También la Secretaría de Inteligencia del Estado tiene agentes en este sector, donde son frecuentes las referencias a la existencia de marines americanos que supuestamente operan en forma encubierta, sobre todo en la selva misionera. Hace algunos meses algunos medios locales dijeron que Puerto Iguazú estaba "infectada" de marines, pero fuentes de inteligencia consultadas por La Capital afirman que se trata de rumores falsos. Aún así, nadie desconoce el interés de Washington por la zona, sobre todo después de los ataques del 11 de septiembre. Es que, para la CIA, por lo menos parte de los millones de dólares que estarían blanqueando las comunidades de origen árabe irían a parar a organizaciones terroristas bajo la fachada de ayuda humanitaria u otras formas encubiertas.
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