Los negocios energéticos de Pérez Companc -que ahora están a punto de pasar a manos de la brasileña Petrobras- tienen un fuerte arraigo en la región. La compañía de capitales argentinos es propietaria de Refinería San Lorenzo, ubicada en la ciudad histórica y de Petroquímica Argentina SA (Pasa) con asiento en Puerto General San Martín. Pérez Companc entró a la actividad petroquímica a través de dos caminos. Uno fue como accionista de Petroquímica Cuyo, productora de polipropileno en la provincia de Mendoza. El otro, mediante la compra progresiva del paquete accionario de Pasa, compañía que constituyó a mediados de la década del 60, para la producción de aromáticos y caucho sintético. Esta operación se concretó en 1988 cuando Pérez Companc adquiere las participaciones de American y de Uniroyal y se convierte en el único accionista de Pasa. Por otra parte, como otro componente de la división petroquímica, Pecom cuenta con una planta en Zárate, donde produce poliestireno y otra en Campana, donde concentra el negocio de los fertilizantes. Mientras estos negocios, como otros tantos a lo largo del país y América latina del segmento de petróleo, gas y refinación, electricidad y forestal, pasarían a la compañía brasileña, otras divisiones de negocios ligadas a la alimentación quedarán en manos del grupo Pérez Companc. En este sentido, Carlos Cupi, representante de la familia Pérez Companc apuntó que "las inversiones se enmarcan dentro de la decisión de concentrarse en el rubro alimentos, a partir del proceso que se inició en 1999 con la compra de Molinos Río de la Plata y su posterior fortalecimiento". "El plan alcanzó este año un nuevo hito al adquirir la totalidad de Molfino Hermanos SA, la que conjuntamente con la bodega Nieto Senetiner, Pecom-Agra y la participación accionaria en Terminal Bahía Blanca SA, que sumados a la adquisición de Luchetti SA (Argentina), Good Mark e Iglo, pasaron a integrarse a Molinos", dijo Cupi.
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