Ueberlingen. - Alfons Heidegger creía asistir a un espectáculo de fuegos artificiales cuando desde su terraza miró el cielo sobre el lago de Constanza, sin saber que acababa de presenciar la colisión entre un Tupolev ruso y un aparato de carga Boeing, relató aún conmovido. Otros testigos dieron cuenta de "bolas de fuego" o de cometas. "Un choque de aviones se produjo sobre el lago de Constanza", anunció la policía de Friedrichshafen. Unos minutos más tarde, varios cientos de bomberos y policías se dirigían hasta los alrededores de Ueberlingen, ciudad de 20.000 habitantes, la más cercana al lugar donde se produjo el drama. En el lugar podía percibirse un fuerte olor a kerosén. Rápidamente, los primeros equipos de socorristas evalúan el alcance de los daños: restos incendiados de los dos aparatos están diseminados en el campo en un radio de 30 km al norte del lago de Constanza. "Nos pusimos inmediatamente a buscar sobrevivientes", relata un joven policía de Friedrichshafen. "Siempre pensé que podríamos encontrar sobrevivientes". Pero sólo hay víctimas. "No quiero hablar de los muertos", agregó un oficial de policía que apenas puede retener las lágrimas. Unos 1.200 socorristas que trabajaron toda la noche del lunes proseguían la búsqueda. Las huellas dejadas por la mayor parte de los restos del Tupolev, ubicados al borde de un terreno plantado de sorgo, eran vigiladas debido a la investigación. El fuselaje del avión se arrugó como si fuera de papel, al punto que apenas puede leerse el número de matrícula, que sin embargo está escrito con grandes caracteres. A medio kilómetro del lugar, un ala de avión yace en un maizal. Más allá se ve una rueda, pero la policía no ha podido precisar a cuál de los aparatos pertenece. Las autoridades tampoco pueden indicar si hubo restos que cayeron al Lago de Constanza, rastreado por equipos de buzos. Ninguna víctima y ningún resto del aparato cayó al lago, afirmó el jefe del gobierno del Estado regional de Bade Wurtemberg, Erwin Teufel, después de sobrevolar en helicóptero el perímetro del lugar de la catástrofe.Para los habitantes de Ueberlingen, hubo más "miedo que daños", subrayó la policía. Ninguna construcción resultó seriamente dañada por la catástrofe. (AFP)
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