Ufa, Rusia. - Bulat Biglov, un joven ruso de 14 años víctima del choque aéreo, "soñaba con ver el mar en España", confió su madre mientras que varios padres de las víctimas lloraban alrededor de ella. "Mi hijo de 14 años siempre soñó con ir a España a ver el mar", declaró ayer la madre de Bulat, mientras esperaba la partida hacia Alemania con los padres de las otras víctimas de la catástrofe. "Si Bulat hubiese partido el sábado, como estaba previsto, no hubiera pasado nada. El domingo pensábamos que ya estaba allá y que se estaba bañando en el mar, pero nos llamó desde Moscú diciéndonos que estaba muy contento de haber tenido la ocasión de ver la capital rusa", agregó esta mujer rubia y elegante. "Era el último verano de su infancia y lo alentamos a viajar", agregó. El grupo de 52 jóvenes rusos tenía que partir en un principio el sábado a bordo de un avión de la compañía aérea gubernamental rusa Rossiya, pero se atrasaron para tomar ese vuelo porque la compañía encargada de organizar su viaje se equivocó de aeropuerto. El viaje fue postergado entonces para el lunes. Con ellos viajaban otros niños, hijos de funcionarios de la administración pública, que se habían sumado a la travesía. "Todo el mundo estaba de buen humor" cuando partieron hacia España comentó uno de los padres. Poco después "recibí la terrible noticia", declaró atragantado por sus sollozos. Las familias de las víctimas fueron reunidas ayer por la mañana en un edificio oficial para ocuparse de sus visas antes de partir a Alemania. Estas fueron otorgadas "de inmediato y sin costo" por la embajada de Alemania. La mayoría de los niños a bordo del avión Tupolev eran hijos de miembros de la clase alta vinculada al gobierno regional de Bashkortstan, una región rusa rica en petróleo. Los padres están muy protegidos y se mantiene a la prensa apartada. Mientras esperaban abordar el vuelo que los llevaría al lugar de la tragedia, una de las madres, que lloraba, fue consolada por su hija y varias enfermeras estaban junto a los padres para atenderlos. En cambio, otros miraban llorando la televisión rusa, en donde difundían imágenes del lugar de la catástrofe. (AFP)
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