"¡¡¡Cavallo libre!!!", festejó ayer la página de Internet del ex ministro de Economía la noticia judicial que acabó con 65 días de encierro de Domingo Cavallo, con voto unánime de los tres camaristas que lo liberaron, quienes con igual cohesión defenestraron a Julio Speroni, el juez que lo detuvo.
Cuando Cavallo todavía no se había subido al helicóptero que lo depositó en la Capital Federal desde su ya ex lugar de detención en Campo de Mayo, sus seguidores festejaban en la red y llamaban a "comenzar una nueva etapa" luego de la "injusticia".
En los papeles, los camaristas de la Sala B del fuero penal económico desglosaron en 16 carillas y 42 considerandos los porqué de un fallo que, en voto unánime, abrió la celda del ex ministro y amonestó severamente a Speroni
Para los camaristas, el juez a cargo de la causa por contrabando de armas a Croacia y Ecuador "desconoció" la autoridad de la Sala B y fue "ambiguo e impreciso" en sus argumentos para encarcelar a Cavallo.
Luego de haberlo detenido sorpresivamente al final de una declaración indagatoria hace 65 días, ayer se le delegó expresamente a Speroni la tarea de instrumentar la liberación de Cavallo.
Podría haberlo notificado personalmente en su despacho judicial, pero el magistrado optó por evitar el encuentro y derivó los trámites al Departamento Central de Policía, de donde Cavallo salió presurosamente a las 17.15 en un automóvil con vidrios polarizados y rumbo a su casa.
Ecos amargos
Por la mañana, y pese a que no es aficionado al fútbol, le llegaron los ecos de la derrota de Argentina ante Inglaterra, partido que sí vieron otros presos como el ex concejal José Manuel Pico y el ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos.
Cerca del mediodía, ya informado de la buena noticia, Cavallo comenzó a embalar sus libros, papeles y equipo de mate: de su celda subió a un helicóptero hacia el edificio Centinela de Gendarmería Nacional.
También se llevó la computadora personal donde archivó la denuncia que por "inseguridad jurídica" presentó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las solicitadas en su apoyo publicadas dentro y fuera del país y las copias de artículos sobre la supuesta reunión del titular de la Side, Carlos Soria, con jueces federales para pedir su detención.
La libertad recuperada por Cavallo constituye al menos una pausa en la caída libre que protagoniza desde diciembre, cuando abandonó el Palacio de Hacienda, apenas unas horas antes de que se desgranara el gobierno que encabezaba Fernando de la Rúa.
Cavallo jamás habría imaginado un futuro en una celda cuando su plan de convertibilidad lo volvió figura estelar del gobierno de Carlos Menem o cuando el Congreso le delegó poderes plenos en la gestión de De la Rúa.
Ex funcionario de la última dictadura militar, ex diputado nacional, ex ministro de dos presidencias, Cavallo logró como economista una fama internacional y aceitados contactos que lo posicionaron en un lugar de referente obligado en el área.
Prueba de su imagen en los centros de poder es que durante los poco más de dos meses de su estadía en Gendarmería primero y en Campo de Mayo después, varios de los economistas más renombrados del mundo pidieron su libertad y reclamaron "una Justicia independiente".