Los ciudadanos ingleses de la Islas Malvinas festejaron el triunfo del seleccionado inglés sobre el de Argentina por 1 a 0 que se jugó en Sapporo. "Fue mejor que el sexo", expresó el técnico en informática malvinense Ben Watson, cuando sonó el silbato final que determinó el triunfo de Inglaterra.
En Puerto Argentino (para ellos Puerto Stanley), pese a la temperatura invernal de cinco grados bajo cero, la helada nocturna y la persistente nieve, una fila se formó en la oscuridad a las 6.30 en las afueras del pub Globe Tavern, donde se transmitió el partido en vivo.
Todos querían las mejores ubicaciones en el pub, conocido por tener la disco más popular y divertida de la ciudad los viernes y sábados por la noche.
Más de 300 hinchas de fútbol, civiles y militares, colmaron el lugar parados codo a codo y los gritos para los británicos se escuchaban una y otra vez, mientras la tensión crecía en el histórico clásico de fútbol entre Inglaterra y Argentina.
Por primera vez en las Malvinas, las autoridades autorizaron a la propietaria del pub, Julie Clarke, para que abra a las 7 y venda alcohol, té, café y el desayuno tradicional británico de tocino, huevos y frijoles.
Clarke describió el resultado como "absolutamente fantástico", y agregó: "Lo máximo que esperaba era un empate pero un triunfo es el paraíso. Todos jugaron muy bien, no podría escoger al mejor jugador".
Clarke indicó que "fue muy triste que algunos jugadores argentinos hablaran de una revancha por la derrota de 1982, en lugar de querer ganar por razones meramente deportivas".
Bill Jones, efectivo de la Marina Real, describió el resultado como "simplemente brillante. Veinte años después del conflicto estamos aquí; no puedo pensar en un mejor lugar para ver a Inglaterra derrotando a Argentina que en Puerto Stanley". Debido al horario del partido, a las 7.30 local, los niños pudieron llegar a la escuela 30 minutos después de la hora acostumbrada, mientras los escolares entraron temprano para ver el duelo de fútbol junto a sus compañeros. (Télam)