Su cráneo calvo y su barba candado son su marca distintiva, pero lo que lo distingue es sin dudas su jerarquía de juego, esa que llevó a Juan Sebastián Verón a ser la figura argentina del momento, tanto en la selección nacional como en el Manchester United inglés.
De los pies y el cerebro de Verón nacieron las mejores jugadas de la selección argentina, y pese a que él quiera restarle importancia, es considerado hoy por hoy la gran figura del conjunto que conduce Marcelo Bielsa, conclusión a la que también arribaron la prensa y sus propios compañeros.
El mediocampista de 27 años jugó ya en Francia 98, y sabe que Corea-Japón 2002 es la prueba de fuego para una camada de jugadores que tiene sed de revancha y necesita revalidar los pergaminos obtenidos en sus clubes.
"No hay que dejar pasar las oportunidades para seguir demostrando que somos un gran equipo. La ansiedad que tengamos cuando se esté acercando la fecha para jugar el primer partido hay que aprovecharla para que juegue a favor como lo hemos hecho ante cada partido de la eliminatoria", sentenció Verón.
El jugador del Manchester reconoce que el equipo de Bielsa es considerado por muchos como uno de los candidatos a alzar la Copa del Mundo, y destacó que eso se debe a que el plantel argentino "tuvo una regularidad pocas veces vista en otras selecciones".
"Por ahí se nos hizo más fácil a nosotros y menos fácil a ellos, yo pienso que esta selección demostró que está para otras cosas, y lo tiene que seguir demostrando", afirmó.
Sin embargo, aclaró que se debe seguir "trabajando" para "justificar todo lo bueno que ha hecho durante la eliminatoria".
Verón nació en la ciudad de La Plata, es hijo de Juan Ramón, ex jugador de Estudiantes, al que apodaban La Bruja. Por herencia, el jugador del Manchester recibió el de Brujita, apodo que lo acompañó en toda su carrera.
Comenzó jugando en Estudiantes, como su padre, luego pasó a Boca Juniors -donde jugó junto a Diego Maradona-, Sampdoria, Parma y Lazio, hasta recalar en Manchester a cambio de 40 millones de dólares, aunque ahora su nombre está en danza y en la puja entre algunos clubes, Lazio de Italia entre ellos.
Su exquisita pegada, su dinámica y visión de juego, han hecho de Verón un jugador requerido por todos, y pieza fundamental en el esquema de Bielsa.
La figura de Verón fue cuestionada por algunos medios argentinos, luego de que en Francia 98 se denunció que un control antidoping interno le habría dado positivo, lo que provocó que el jugador no le dirigiera la palabra durante casi tres años a la prensa de su país.
Sus compañeros en la selección argentina reconocen la ascendencia futbolística dela Brujita Verón, y aunque saben que no son verondependientes, consideran que la Brujita es un jugador distinto, de esos que siempre sobresalen.
En las eliminatorias sudamericanas Juan Sebastián Verón disputó 16 partidos y convirtió cinco goles. En su fuero más íntimo sabe que el Campeonato Mundial puede ser el de la consagración para la camada post-Maradona, pero se cuida bien de darlo por hecho.
La ilusión de un país futbolero como Argentina se sustenta en un muchacho calvo por decisión propia, que tiene a Maradona, el Che Guevara y Napoleón como ídolos y una calidad que hace que el fútbol parezca un juego sencillo. La oportunidad de mostrar todo lo que sabe está a la vuelta de la esquina. Y, la verdad, está para disfrutarla. (DPA)
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