Más de cien simpatizantes de Rosario Central, entre los cuales se encontraba un sector de la barrabrava de los pillines, se quedaron ayer con las ganas de viajar hacia la ciudad de Córdoba donde su equipo enfrentó a Talleres, al quedar demorados en una seccional policial bajo la acusación de tenencia de arma de guerra. Durante una requisa realizada en el micro en el que los hinchas iban a viajar, la policía secuestró una pistola calibre 9 milímetros. Sucedió ayer alrededor de las 6.30, cuando efectivos de la seccional 14ª y del Comando Radioeléctrico realizaban un control en uno de los micros en el cual se disponían a viajar un importante número de hinchas auriazules hacia la ciudad de Córdoba. En ese ómnibus, perteneciente a la empresa Tito Tour, se preparaban para la travesía el sector de la barrabrava canalla que responde a Andrés Pillín Bracamonte. El operativo de control se realizaba en la esquina de Felipe Moré y Tucumán, donde estaba estacionado el colectivo y varios automóviles que también iban a participar en la travesía. Voceros policiales consultados por La Capital consignaron que el arma marca Browning, que además presentaba los números de identificación limados, fue descubierta durante una requisa que se efectuaba en el interior del ómnibus. Una fuente de la seccional 14ª comentó que el artefacto se hallaba en un buche para equipaje ubicado sobre la hilera de butacas y detrás del asiento del conductor. La policía también descubrió en el interior del micro medio centenar de cajas tetrabrick de vino. De inmediato se procedió al traslado de todos los simpatizantes a la comisaría del pasaje Marcos Paz y Provincias Unidas. Desde allí se informó que el total de personas demoradas llegaba a 114 (95 mayores de edad y 19 menores). Entre ellas se encontraba el propio Bracamonte. Según confió una fuente, las instalaciones de la seccional quedaron abarrotadas de personas y la mayoría debió alojarse en un patio interior. La jueza de instrucción Raquel Cosgaya ordenó que se le tome declaración al casi centenar de mayores para tratar de determinar quién subió el arma al colectivo. Las fuentes consultadas por este diario admitieron que será difícil detectar al poseedor del arma ya que hasta ayer a la tarde ninguno de los barras detenidos había colaborado en ese sentido. "Nadie va decir de dónde salió la pistola porque la acusación hasta el momento es portación de arma de guerra, un delito que no es excarcelable", dijo un oficial. Los menores de edad, en tanto, quedaron a disposición del juez Leandro Artigas.
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