Un muerto, un herido muy grave y, al menos, veinte heridos de balas de plomo y armas blancas fue el triste resultado de enfrentamientos entre hinchas de Independiente y Racing Club, en otra luctuosa edición del clásico de Avellaneda.
El fallecido, hincha de Independiente, fue identificado como Gustavo Rivero, de 22 años. Su deceso se produjo por las heridas recibidas por disparos en el abdomen y en el tórax.
La víctima fatal vivía en Claypole y había entrado en coma profundo cuando era operado en el Hospital Fiorito. No pudo sobrevivir a un paro cardíaco y falleció minutos después de la intervención, según un único parte oficial del nosocomio que se dio ayer por la noche.
En tanto, un joven de 19 años, Fernando Acuña, hincha de Racing, según contó su desconsolada madre que no podía contener el llanto por lo que le había sucedido a su hijo, recibió gravísimas heridas de bala que afectaron su columna vertebral y su tórax.
La madre, en medio de un ataque de nervios, señaló que Fernando, que según averiguó DyN tendría antecedentes policiales, quedó paralítico. Acuña fue derivado a un centro asistencial de Ezpeleta, pero a las pocas horas fue regresado al Fiorito, donde quedó internado en terapia intensiva.
En el Fiorito se atendió a otra docena de heridos con heridas de distinta consideración y la gran mayoría de bala de fuego, mientras que, según informaron autoridades del Hospital Finochietto, allí se atendieron "cinco simpatizantes de Independiente con heridas de bala que volvieron a su domicilio luego de las curaciones recibidas".
El enfrentamiento más grave se registró a la salida de la estación de Banfield del ex Ferrocarril Roca cuando una docena de hinchas de Racing fue emboscado por unos cincuenta hinchas de Independiente que portaban armas de fuego y blancas, según contaron algunos testigos.
Otro foco de incidente fue la esquina de Alsina y Cordero de la ciudad bonaerense de Avellaneda, mientras hinchas del rojo trataban de sacar las entradas para poder presenciar el choque.
Fuentes policiales confirmaron que existen heridos por balas calibre 32 y 38. Sus vainas se encontraron esparcidas sobre la calle Alsina.
Los incidentes que convirtieron a la tradicional esquina futbolera de Avellaneda en un improvisado campo de batalla durante interminables cinco minutos se registraron casi una hora y media antes del comienzo del encuentro clásico, de la segunda fecha del torneo Clausura.
Desde el Fiorito fueron trasladados dos heridos de bala fuera de peligro.
Leonardo Alvarez, hincha de Racing Club, con una herida en la pantorrilla derecha, fue trasladado al Hospital Oñativia de San Francisco Solano.
En tanto, Gabriel García fue derivado al Evita Pueblo de Berazategui, con un tiro en el hombro.
El nerviosismo creció cuando se daban imágenes insólitas en la puerta de un cada vez más poblado hospital, ya que muchas personas se dieron cita al lugar tratando de encontrar a sus familiares.
El primer momento de tensión se vivió cuando una señora ingresó recriminándole a un hombre que vestía la camiseta de Racing Club: "Pelot..., por qué van a la cancha con armas".
Otro momento de angustia se produjo cuando caía el sol. Un policía de la Montada gritó el segundo gol de Independiente lo que provocó la reacción de hinchas de Racing que estaban en la puerta del Fiorito esperando noticias sobre los heridos. Hubo corridas y represión, pero ningún herido. (DyN)
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La Ciudad
