El gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, quien fuera señalado por el renunciante presidente interino Adolfo Rodríguez Saá como uno de los culpables de su dimisión, negó anoche tener responsabilidad en esa salida y reclamó ir a una elección presidencial "a la mayor brevedad posible".
"Lamento que el ex presidente se haya referido a nueve gobernadores justicialistas que hoy (por ayer) no asistimos a la reunión de Chapadmalal para descargar culpas que no son tales, yo sólo defiendo el derecho del pueblo argentino a elegir sus autoridades", explicó De la Sota.
El mandatario consideró que "a la mayor brevedad posible" debe convocarse a elecciones, incluso antes del 3 de marzo, fecha fijada por la Asamblea Legislativa, porque "los arreglos hechos entre políticos solamente creo que no son suficientes para darles legitimidad a quienes ejercen los cargos", sostuvo en referencia al renunciante presidente.
El mandatario provincial evitó responder si será, finalmente, candidato al Ejecutivo Nacional al sostener que "nunca he querido ser presidente, sólo candidato a presidente, para mostrar las ideas y los equipos", ya que aseguró haber recorrido en los últimos años un "camino serio y responsable" en ese sentido.
"Tanto el gobernador (Carlos) Reutemann, (Rubén) Marín, (Néstor) Kirchner, (Carlos) Manfredotti, (Julio) Miranda y yo mismo, los que no estuvimos en Chapadmalal, hemos vivido en estos siete días respaldando al ex presidente, quien nunca nos consultó sobre ninguna medida que tomó", resaltó, tras lo cual se preguntó: "¿Por qué ahora es tan importante nuestro parecer?".
Aún así, destacó que los mandatarios ausentes en el encuentro de la villa veraniega "le hicimos llegar notas o llamadas telefónicas apoyando las medidas en favor de las familias argentinas", aseguró.
"Lamento ese descargar la responsabilidad en quienes sólo hemos tratado de ayudar" y criticó a Rodríguez Saá al indicar que "no hay rumbo sin costos, todos los rumbos no pueden ser populistas y alegres, todos son de esfuerzos colectivos".
En continuidad con las críticas contra el mandatario saliente resaltó que "hay que hablar con la verdad, no hay lugar para falsas promesas".
Ante la colaboración que afirmó haber brindado al ex presidente aseguró desconocer los motivos de la renuncia y reiteró que su intención fue "defender el derecho del pueblo argentino a elegir autoridades" para que la gente, "en vez de cacerolazos todas las semanas, vaya a las urnas".
"Toda mi vida he defendido la democracia", resaltó el gobernador cordobés.
De la Sota reiteró que la situación que vive el país "es muy difícil", tanto que consideró que "hemos tocado fondo", por eso -insistió- "no debemos perder tiempo" y convocar a elecciones.
Sostuvo que los "cacerolazos no son suficiente" para superar la crisis social porque de esa forma la población "está diciendo lo que no quiere", y por el contrario, "para salir adelante hay que pasar de la protesta, que es válida, a la propuesta y la propuesta se hacen en elecciones", dijo.
El mandatario advirtió que "no están en mí juzgar" los actos de gobierno producidos en la semana de mandato de Rodríguez Saá porque "el pueblo es el que lo tiene que juzgar".
El jefe provincial coincidió con el presidente saliente: "No estamos en condiciones de pagar las deudas, tampoco puede atender la deuda interna con los ciudadanos", concluyó.
Ruckauf, por el consenso
En tanto, el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, convocó a la conformación de un "gobierno de salvación nacional" entre todas las fuerzas políticas y disintió con De la Sota, quien había considerado prioritario llamar a elecciones rápidamente.
"Argentina necesita un gobierno de salvación nacional, con un programa acordado que establezca los puntos concretos para salir de la crisis", opinó.
Asimismo, estimó que el PJ debe dialogar con la UCR, el ARI y el Frepaso para conformar un gobierno.
Luego manifestó su disenso con De la Sota, al destacar "hubo en el justicialismo una búsqueda de un mecanismo de la resolución de la crisis a partir sólo del voto y me parece que lo primero que la gente quiere es un gobierno, por supuesto, luego está bien ratificarlo o rectificarlo por el voto".
Por su parte, el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, acusó a los que quieren "un gobierno de salvación nacional" de buscar un "Pacto de Olivos II".
"Cuidado que con la idea de un gobierno de salvación nacional aparezca esta dirigencia política" que apunte a "un acuerdo cupular para hacer un Pacto de Olivos II", dijo el mandatario provincial.
"Creo que a los argentinos hay que decirles la verdad y (la solución) no pasa por seguir renunciando o (generar) acuerdos corporativos de las cúpulas para hacer un Pacto de Olivos II", señaló el funcionario.
También pidió que "voten los argentinos y no se dejen arrebatar ese derecho".
Mientras tanto, el gobernador de Mendoza, Roberto Iglesias (UCR), consideró que ante la renuncia de Rodríguez Saá se debe conformar un gobierno de unidad nacional.
"Estoy convencido desde hace más de una semana, cuando se lo dijimos a Fernando de la Rúa, que lo que hay que hacer es convocar a un gobierno de unidad. Tenemos que dejarnos de alquimias y cosas extrañas", afirmó el gobernador aliancista.
Iglesias señaló que "para sacar al país adelante es necesario un consenso muy amplio que debe ir mucho mas allá de las elecciones".
En ese sentido, consideró que la Asamblea Legislativa "debe encontrar ya un gobierno de coalición para que saque al país adelante".
"De lo contrario se estaría cometiendo el mismo error de pensar que un grupo de personas puede resolver esto", indicó, para añadir: "Supongamos que viene una persona excelente con gran moralidad y buenas ideas y se encuentra con un Congreso en contra".
Iglesias insistió en que "no hay una figura salvadora" y consideró que "ni aún con la mayoría que tiene el justicialismo no creo que pueda tomar las medidas para poder avanzar".
Por último, el intendente de Rosario, Hermes Binner, consideró que "tampoco fue muy claro" lo actuado por Rodríguez Saá en siete días de mandato "porque daba la sensación de que había una continuidad con el gobierno de De la Rúa".
"Lo que hoy necesitamos es quebrar un círculo vicioso en el cual está hoy toda la economía del país que permita salir adelante de esta situación", concluyó.