Suele suceder con los deportistas de elite que no pertenecen al mundo del fútbol. Los prejuicios periodísticos sobre el vedetismo se terminan apenas se comprueba que el mal sólo pertenece al deporte -más que nada a sus protagonistas- más popular de todos.
Ayer, en un hotel céntrico, los ocho tenistas que disputarán desde hoy el Torneo Argentino Rosario 2001 dispusieron de todo el tiempo necesario para hablar con la prensa, sin distinciones de ránking ni de supuestos estrellatos. Cañas, Coria, Gaudio, Squillari, Zabaleta, Chela, Calleri y Acasuso respondieron a todas las requisitorias sin inconvenientes; como debería ser siempre en todos los casos.
"Por primera vez se arma un torneo de este tipo en el país y eso quiere decir un montón de cosas", aseguró Cañas, el número uno de Argentina, ponderando la decisión de los organizadores de prestarle atención a los protagonistas para que el torneo se juegue sobre una cancha rápida. "Es muy positivo porque venimos a jugar y a tantear como estamos en un piso muy parecido al de Australia", amplió el tenista de Tapiales con la simpleza y el respeto de quien se siente apenas un protagonista afortunado de un acontecimiento público.
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La Ciudad
