Año CXXXV
 Nº 49.329
Rosario,
jueves  13 de
diciembre de 2001
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La película se propone mirar la adolescencia con humor
"Hormigas entre las piernas" llega a los cines rosarinos
Los otros estrenos son: "El bola" con la dirección del español Achero Mañas; "Rápidos y furioso" un filme de pura acción y "8 y 1/2 mujeres" inspirada en Fellini

Fernando Toloza

Los adolescentes trastornados por el sexo son un clásico de Hollywood que ha visto desde siempre en el tema un buen argumento para comedias del estilo "American Pie". En el cine europeo, por el contrario, el sexo de los adolescentes era en general un tema más de preocupación que de risa hasta "Hormigas en el pantalón", la comedia de Marc Rothemund que se estrena hoy en los cines Monumental y Village. Aunque ahora comparten la risa, los europeos buscan ser originales y por eso "Hormigas en el pantalón" está contada desde un curioso punto de vista: el del pene de un adolescente que comienza a prestar atención a los impulsos de su sexualidad.
En una Argentina donde obras de teatro como "Monólogos de la vagina" y "Confesiones del pene" se ganaron un lugar de respeto en la cartelera, la propuesta de una película como "Hormigas en el pantalón" encuentra campo apto para su recepción, y promete algo diferente a la manida fórmula de muchachones de carcajada estéril patentada por Hollywood.
En cuanto a la originalidad, los conocedores de la literatura podrán recordar la novela de Alberto Moravia "El y yo", donde el autor italiano hace hablar al pene del protagonista, y en cuanto a las partes pudendas femeninas, hay mayor tradición, ya que el recatado y enciclopédico Denis Diderot imaginó, en el siglo XVIII, un anillo que era capaz de soltarles la lengua a los órganos sexuales femeninos en "Los dijes indiscretos", con la cual inauguró una escuela de confesiones picantes. Así que no es necesario pelearse por la paternidad o maternidad de la idea de darles voz a elementos que preocupan, por vanidad y vergüenza, a la mayoría de las personas, como bien han demostrado la religión y la psicología, entre otras de las especialidades que dicen ocuparse de la felicidad humana.






El "pene parlante"
Marc Rothemund, el director de "Hormigas en el pantalón" siempre había querido hacer una película sobre el despertar sexual de un adolescente. A raíz de un trabajo con el realizador Bernd Eichinger surgió la idea del nuevo filme. Es más, fue este último quien aportó la idea de un "pene parlante". Rothemund no tuvo dudas sobre el tema y recordó: "La idea me pareció graciosa. Después de una reunión de trabajo decidimos que la película comenzaría la mañana en que Florian, el protagonista, es despertado de golpe al mundo del erotismo y surge su encanto por la feminidad. Todo esto presentado a partir de una voz interior que literalmente lo arrastra".
Para desalentar censores, el director aclaró que "el pene sólo entra en escena en forma acústica", y agregó que la voz del singular actor requirió un extenso casting. El resultado fue, según sus palabras, una voz firme, que ejerce presión, se destaca y se transforma en un personaje con peso propio.
Tina Ruland, una de las actrices experimentadas del filme, también se preocupó por cuidar la reputación de la película: "El humor nunca se vuelve llano. Aún cuando todo gira en torno de ese tema, las escenas tienen siempre cierta inocencia, no resultan vulgares. Y es precisamente eso lo que hace al gran encanto de la película", dijo.
El director contó con actores reconocidos de Alemania para los roles de personas mayores, pero para interpretar a los adolescentes de sus películas se valió de un gran casting en el que probó a más de tres mil participantes.
Una vez finalizado el casting de actores comenzó un casting de ciudades para realizar la película. El cineasta y su equipo habían decidido contar la historia en una ciudad pequeña y escapar de los grandes conglomerados como Berlín o Munich. Entre los 25 sitios que se testearon fue escogida la población de Augsburgo, donde buena parte de los habitantes trabajaron como extras.
"Queríamos una ciudad chica que no pareciera un pueblo del interior. Augsburgo tiene el encanto que buscábamos, aunque cabe aclarar que la película no es un paseo turístico por el lugar. Queríamos que la trama transcurriera en una ciudad chica, donde los rumores corren velozmente y la presión social dentro de los grupos de adolescentes es mayor que en una gran ciudad", explicó uno de los productores del filme en las notas de prensa.

La escuela del erotismo
"Hormigas entre las piernas" cuenta la historia de Florian (Tobias Schenke), un adolescente común y corriente a excepción de que su interés por el sexo está a punto de despertar. A contracorriente del vapuleado Sigmund Freud, que aseguró que la sexualidad está presente en cualquiera desde la no tan tierna infancia, Florian llega a los 15 años en un estado de ingenuidad alarmante. Sin embargo, un día las cosas se ponen en su lugar, según sus amigos, y el muchacho descubre las urgencias masculinas, como diría el pulcro Leopoldo Lugones en un soneto famoso de "Los crepúsculos del jardín", en el lejano 1905.
Red Bull (Alex Stein), Schumy (Nicky Kantor) y Dirk (Tom Lass) son los amigos de Florian que se sorprenderán del cambio del chico y luego competirán para tratar de convertirse en el maestro de sexualidad del inocente.
El marco para las acciones eróticas de un adolescente no es otro que la escuela secundaria. "Obviamente, la escuela es el origen de todas las historias de chismes, el semillero de todos los planes para seducirse y encontrarse", señalaron con precisión los productores de la película, y en ese medio se desarrolla "Hormigas entre las piernas", tratando de no parecerse a sus primos norteamericanos. Esa es la verdadera prueba del filme alemán. Algunos de los gags que se adelantan se refieren al joven virginal leyendo el Kamasutra, pasando por un entrenamiento de habilidad con el corpiño en un centro comercial y sosteniendo conversaciones telefónicas con profesionales de las hot lines. Hay un promesa de originalidad. Habrá que ir al cine a ver si se cumple u otra vez habrá que conformarse con los chistes de siempre, esas variaciones del puritanismo que impide, al fin de cuentas, disfrutar de la vida.



El filme de Marc Rothermund evita la risa fácil y el pudor.
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"8 y 1/2 mujeres"
"El bola"
"Rápido y furioso"
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