Quizá porque el cemento fue moda o negocio, en Rosario se lo aplicó sin miramientos al remodelarse, por ejemplo, las plazas Montenegro, Libertad y Sarmiento o la avenida Corrientes. Córdoba, en cambio, demuestra mayor afecto por la naturaleza: hay árboles, sombra y flores y nada de carteles panaflex; no como en Rosario, donde caminar en verano significa asarse y si se alza la vista sólo se ven cables y letreros. Accesos y aeropuerto: el privatizado aeropuerto de Córdoba saca distancia y quien sale en avión de allí y llega a Rosario cree haber arribado a un pueblo desolado. Lo mismo ocurre con la avenida de Circunvalación: casi impecable la mediterránea, aunque las obras todavía sigan impagas. Así es Córdoba: poder de lobby, que hará que las termine saldando la Nación vía coparticipación del impuesto a los combustibles o alguna otra ingeniería contable. Caminos de la Sierra, empresa que la construyó a cambio de las cabinas de peaje, tuvo que levantar la mayoría porque nadie quiso pagar 1,80 peso. Empresariado: al estar en una capital de provincia muestra mayor vocación de lobby y contacto con la política. Por lo tanto, en momentos como este, reticentes a las declaraciones para no lastimar. Ranking de empresas: 1) Arcor 2) automotrices Fiat, Renault, Transax (Volkswagen) 3) Astori (primera nacional en pretensados) 4) Grupo Holdemberg (Minetti-Corcemar: cemento y cal) 5) Georgalos 6) Aceitera General-Deheza 7) Grupo Dinosaurio. Hoteles: tres de cinco estrellas y ocho de cuatro. Dicen que por estar en el centro del país la ciudad es elegida para congresos y convenciones de las empresas. El movimiento generó el año pasado 70 millones, según estimaciones oficiales. Transporte: un desastre, peor que en Rosario. Hubo licitación y la ganaron dos empresas locales fundidas (Coniferal y La Docta) y una nacional, Colcam, que ahora no se hace cargo de los ramales; para colmo había resultado adjudicataria de la tarjeta por lo que todavía se manejan con cospeles. Dejaron afuera a otra local (Ciudad de Córdoba) que era la que mejor servicio prestaba pero la relacionaban con Ramón Mestre, ex gobernador radical. Intendencia: malísima, se cae a pedazos. Fue intervenida semanas atrás por el gobernador José Manuel De la Sota, que designó a su ex ministro de Hacienda, Las Heras, como secretario de coordinación. Por él pasa todo en estos momentos, ningún secretario resuelve nada y los empleados (de asamblea en asamblea) mantienen paralizados los servicios: crisis en el sistema de salud y mantenimiento de cloacas (aguas servidas en los barrios). El proyecto: se podría comparar con el Scalabrini Ortiz rosarino (trunco), pero en Córdoba en cambio va viento en popa: el parque Milénica, del Grupo Dinosaurio, emplea unos 600 operarios para la construcción de veinte torres (200 departamentos), un centro comercial de grandes tiendas y un superdomo copiado de Estados Unidos: será el mejor estadio cubierto del país a inaugurarse en abril (costará siete millones de pesos). La inversión total, por 60 millones, la hace Euclides Bugliotti, un empresario que comenzó transportando azúcar y harina desde Salta, luego montó una cadena de supermercados que llegó a las 15 bocas y la terminó vendiendo al francés Grupo Cassino (híper Libertad). Se dice que Bugliotti cobró más de 100 millones. Personaje: Olga Riutort, esposa de José Manuel De la Sota y secretaria general de la Gobernación. Acaba de declarar que la opción es de hierro: "O se retiran del Estado más de 13 mil agentes o se aplica una rebaja salarial del 25 por ciento". Mientras tanto, se paga en Lecor.
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