La planta de General Motors, que cumplirá este martes cuatro años desde su puesta en marcha, exportará por unos 200 millones de dólares durante el 2002, asegura el presidente de la compañía, Jaime Ardila.
Admite que es el resultado de la contracción del mercado interno, pero destaca que el logro se consiguió gracias al elevado nivel de competitividad de la planta de Alvear, basada en dos atributos:
u El grado de especialización, que permite hacer varias versiones con la misma plataforma del Corsa.
u Una cultura productiva basada en la eliminación del desperdicio que permite optimizar los costos, que cuenta con una participación del personal con niveles sólo superados por las plantas japonesas.
De los 30 mil autos que piensa producir la GM en el 2002, se espera colocar entre 15 y 16 mil entre México, Brasil, Chile y Uruguay y de partes de autos en China e India.
El presidente de la automotriz lamenta que los primeros cuatro años desde la vuelta de la General Motors a la Argentina estuvieron signados por condiciones adversas del mercado, pero valora que "eso nos obligó a ser competitivos, a buscar nuevos clientes en el mercado de exportación".
"Gracias a eso, estamos muy bien preparados para cuando llegue la recuperación", indicó Ardila.
Cuando se le pregunta a Ardila que es lo que espera la GM de la región, ensaya una respuesta marketinera: "Queremos ser más locales en Rosario, quisiera que uno de cada dos autos que se vendan aquí sean Chevrolet".