El Independencia tuvo el reconocimiento que merecía. Todo obró para que la fiesta máxima del turf de nuestra ciudad contara con los matices de una velada extraordinaria. El gran marco de público, que colmó las tribunas del escenario local como hacía tiempo no ocurría, la tarde que con su sol radiante se asoció al festejo, junto a las atractivas competencias, le dieron el digno marco y el merecido homenaje al hipódromo rosarino tras sus 100 años de actividad. Fue una verdadera fiesta. Autoridades hípicas del plano nacional, como así también las distintas personalidades del quehacer provincial y municipal estuvieron presentes para darle el apoyo, en este dificil momento que vive la hípica nacional. En los estrictamente deportivo, la reunión giró en torno a los clásicos, Centenario - Ciudad de Rosario y Guido Castagnino, pruebas que concitaron el mayor interés de los aficionados. En el largometraje y ratificando que su anterior gestión en el Gran Premio Nacional (arribó 4º a 7 cuerpos de Dr. Ciro), no había sido obra de la casualidad, el zaino Rodion hizo gala de una clara muestra de contundencia y obtuvo la victoria más trascendental de su corta campaña, tras superar por 10 cuerpos a Fellow Yellow, en 2' 15'' 75c para los 2.200 metros. El defensor de la caballeriza L. y R. corrió a la expectativa de lo que hacían en la punta Gold Soberbio, El Amuleto -este recibió un golpe en el opuesto que lo dejó fuera de carrera-, Frixo y La Fini. Más adelante, escaló posiciones y al ingresar al derecho final, José Benítez se decidió en ir a busca la carrera con su conducido y éste salió con una fuerza inusitada -como si recién hubiese largado-, dominando a 200 metros de la sentencia.
| |