Hugo Neder es el dueño de un taller mecánico ubicado en Cerrito 1839 que goza de buen nombre en el barrio. En el taller siempre se ha cobrado en efectivo, aunque de vez en cuando también se aceptaban cheques. Contra lo que podría suponerse, durante estos primeros tres días desde que los anuncios del Ministerio de Economía restringieron la circulación de billetes, Neder no ha notado grandes cambios ni sufrido un impacto evidente en la forma de pago. "Hasta ahora no tuve problemas para cobrar, pero no sé qué va a pasar en los próximos 15 o 20 días, cuando se termine el efectivo que todavía está en la calle", admite el mecánico. Y allí aparece el miedo: "Después, temo que todo se transforme en un caos". En rigor, la posibilidad de instalar el sistema Posnet para ampliar las formas de cobro a los clientes mediante tarjetas de débito o de crédito es una alternativa que Neder todavía no ha decidido. "Por ahora prefiero esperar", dice, pero reconoce que si los clientes empiezan a disminuir en los próximos días por dificultades para pagar en efectivo no tendrá más remedio que incorporar al menos una de esas modalidades. "No sé lo que cuesta implementar el Posnet en dinero, pero sí sé lo que sale en horas perdidas dentro de los bancos", afirma Neder, corrido por el tiempo como todo buen mecánico. "Sinceramente no creo que esto vaya a funcionar, y si funciona temo que todo se transforme en un caos".
| |