Año CXXXV
 Nº 49.310
Rosario,
sábado  24 de
noviembre de 2001
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Campaña 2001/2002
El trigo viene peleado y con dudas
Empieza la cosecha en la región y se temen problemas de calidad, debido al exceso de humedad. Reclaman un standard especial

La incertidumbre sobre la calidad del trigo que en pocos días más comenzará a cosecharse en el sur de Santa Fe mantiene en vilo a toda la cadena granaria. El exceso de lluvias y el ataque del fusarium reinstalaron en el sector agrícola los fantasmas de la campaña 93/94, cuando la Secretaría de Agricultura se vio obligada a crear el standard de trigo forrajero para atender la situación de productores que no podían colocar la mercadería afectada masivamente por los hongos.
Si bien los primeros lotes cosechados en el norte del país vienen mejor de lo que se esperaba, la alarma se enciende a medida que la trilla avanza hacia el sur, alimentada por los informes que dan cuenta de las complicaciones existentes en el estado de los cultivos.
En su último informe, la Secretaría de Agricultura estimó una proyección de 17 millones de toneladas para la presente campaña triguera. Se calcula que unas 4 millones están vendidas, sobre un saldo exportable calculado en algo más de 8 millones. Si el clima permite confirmar esa cifra, y con qué calidad saldrá la mercadería cosechada, es una incógnita que comenzará a develarse pronto.
El temor es que sea mucho el trigo que no alcance los estándares establecidos por el Senasa. Entre un conjunto de parámetros, el porcentaje de grano dañado es el que más influye para su consideración como de Grado 1 (calidad superior), Grado 2 (base comercial) y Grado 3 (inferior calidad). Por fuera de esa grilla, los compradores pueden negarse a recibir la mercadería, lo cual genera no sólo complicaciones operativas sino, sobre todo, un serio problema financiero a los vendedores.
Enrique Fernández, presidente de la Sociedad Gremial de Acopiadores, señaló que entidades de la producción, cooperativas y acopios iniciarán gestiones ante el Senasa y la Secretaría de Agricultura para generar una flexibilización en las normas de calidad y permitir, aunque sea, el recibo de la mercadería fuera de standard. La idea es canalizarla a través de una suerte de Grado 4, que contemplaría los descuentos correspondientes.

Las alternativas
Los puntos flojos que el mismo dirigente ubicó en este reclamo pasan, primero, por las exigencias de calidad de los compradores externos. Brasil, el principal cliente argentino, ya intentó hace dos meses endurecer las condiciones de importación del trigo argentino. Si bien la medida fue suspendida, esta misma semana los funcionarios del Senasa mantenían negociaciones en el país vecino para armonizar los criterios de comercialización.
La otra cuestión es qué hace el comprador con el trigo Grado 4. "Una alternativa es mezclarlo con trigo Grado 1 y sacar un grano que esté en condiciones, pero hay que ver si hay suficiente mercadería de buena calidad para hacerlo", señaló.
El tema saltó el martes pasado durante una reunión convocada por la Cámara Arbitral de Rosario para armonizar criterios de recepción de la mercadería, siempre de acuerdo a las normas establecidas por la Secretaría de Agricultura. Se trataba de un encuentro "técnico" con otras cámaras y distintos integrantes de la cadena que tradicionalmente se realiza cuando se está al borde de la cosecha. Pero en esta ocasión, la presencia masiva de productores y representantes de entidades de la comercialización granaria desbordó el objetivo original.
Salvador Adamo, gerente de la cámara rosarina, explicó que "durante el encuentro surgió la preocupación sobre la calidad del trigo que está por cosecharse y se armó un debate sobre la flexibilización o no de esas normas". Sin embargo, aclaró que "el rol de la cámara es oficiar de árbitro y hacer los análisis a pedido de las partes que intervienen en una operación, pero no es la que fija las normas, en la reunión quedó claro que cualquier reclamo en ese sentido debe ser canalizado hacia el Senasa o la Secretaría de Agricultura".
Aunque la mayoría de las operaciones se realizan sin necesidad de recurrir a un arbitraje, por el laboratorio de análisis pasa cada campaña un nivel de muestras que sirve de algún modo como indicador. Sobre 3.363 muestras analizadas, que representan unas 114.688 toneladas, provenientes del norte del país, los resultados de este ciclo que se inicia fueron mejores de lo previsto. El 25,72% resultó Grado 1, el 48,59% Grado 2 y el 17,51% Grado 3. Sólo el 8,18% estaba fuera de standard.
Pero en pocos días más empieza la trilla en el sur de la provincia, y es en esa instancia donde se presentan las dudas.
"Sería muy importante que los gremios interesados hagan urgentes presentaciones ante las autoridades de la Secretaría de Agricultura, a los fines de atender la situación planteada, porque si hay demoras pasa lo que pasa siempre, las autoridades lo resuelven cuando viene la producción del sur, y para ese entonces la cosecha de nuestra zona ya habrá pasado", señaló el directivo de una importante casa corredora.
Otra situación que preocupa al mercado pasa con las dificultades que pueden presentarse para cumplir contratos ya pactados. Fuentes de la plaza granaria local tienen visiones diferentes al respecto: algunos piensan que más de uno tendrá que ir al sur de Buenos Aires en busca de mercadería, otros piensan que la producción será suficiente para que no haya problemas.
Precisamente, la gran cantidad de mercadería vendida presenta un problema frente a los reclamos para flexibilizar los estándares de calidad, ya que las condiciones en que se realizaron esas operaciones son las que rigen actualmente.



Productores analizan muestras de trigo del norte.
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