"Este título se lo quiero dedicar a la familia Berta", con esa sencilla frase y abrazado a su padre, Gabriel Ponce de León resumió ayer, en los boxes del autódromo Oscar Cabalén de la ciudad cordobesa de Alta Gracia, la alegría que lo desbordaba tras su consagración como campeón del TC 2000. "Este título se lo quiero dedicar a la familia Berta, que me ayudó a crecer en el automovilismo y sin ellos, seguramente, hoy no estaría acá", expresó Ponce de León. El abrazo de su padre fue la primer muestra de cariño que recibió el nuevo campeón, mientras que un rato después recibía las felicitación de Juan María Traverso. "No vi cuando Walter (Hernández) abandonó, porque venía muy concentrado en la carrera. Me avisaron por la radio. Pero más allá de esta definición, creo que los dos hicimos un año bárbaro", puntualizó. Por último, el flamante campeón del TC 2000 agregó que "todavía no puedo creer que haya logrado este campeonato. Ahora nos vamos a Junín a festejar". (DyN)
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