Otros que están empezando a levantar las quejas son los taxistas del centro, no con los cuidacoches pero sí con los abrepuertas. "No hay forma de correrlos y la cantidad de viajes que se pierden va en aumento", dijo Sebastián, con parada en Sarmiento y Córdoba. "La gente empezó a huirles; no quiere que le abran la puerta y tener que dejar plata. Entonces camina una cuadra o dos hasta una parada donde no estén los abrepuertas. Nosotros los corremos pero no se puede andar peleando todo el día. Así que no hay remedio", agregó.
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