Año CXXXIV
 Nº 49.254
Rosario,
domingo  30 de
septiembre de 2001
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¿Borrón y cuenta nueva?

¿Cómo se solucionan las dificultades que atraviesa el Mercosur? Las respuestas se suceden con sus diferencias de acuerdo al cristal con el que se mire el escenario que definitivamente está en plena combustión.
La diputada radical Beatriz Nofal, que tuvo una activa participación en los inicios de la intergración durante la gestión del presidente Raúl Alfonsín, cree que las actuales complicaciones no se resuelven retrocediendo en un proyecto de menor integración sino profundizando el proceso.
Nofal, insiste con su postura de que es prioritario que se fortalezca el bloque con organismos de resolución de controversias y con "un órgano ejecutivo de administración de la nueva realidad internacional".
Incluso, para la diputada, Estados Unidos no estará tan interesado en negociar un acuerdo de libre comercio sin el acceso a un gran mercado como el brasileño. En otras palabras, considera que Argentina por sí sola, como lo pretende de algún modo el ministro de Economía, Domingo Cavallo, no es atractiva para el país del norte.
En la misma línea opinó el director de la consultora Ecolatina, Ricardo Delgado, quien sostuvo que los socios del bloque deben ir por la consolidación de la unión aduanera ya que la misma "permitió que una cantidad importante de inversiones se radicaran en la región".
Por su parte, la secretaria de Comercio, Débora Giorgi, dijo estar "plenamente convencida de que el Mercosur superará sus asimetrías macroeconómicas" y manifestó que los estados que forman parte del bloque "tienen voluntad de superarlas".
Gabriel Sánchez, de la Fundación Mediterránea, se mostró partidario de que Argentina avance a una zona de libre comercio con Brasil en lugar de un mercado común, pero puso el acento que "es necesario seguir con las negociaciones del 4 + 1 para establecer una integración con Estados Unidos".
Más drásticos en su postura, los industriales nucleados en la Unión Industrial Argentina (UIA) postularon la semana pasada a través de un documento la renegociación total de los acuerdos con Brasil. La intención de los empresarios es una suspensión de la integración del bloque como consecuencia de la descoordinación entre los principales socios, Argentina y Brasil, en sus políticas macroeconómicas en los 10 años que lleva el mercado común.
De todos modos, la UIA aclaró que "suspender el Mercosur no significa renunciar a él", por el contrario, pone el acento en que "la realidad mundial confirma el destino común de Argentina y Brasil".
La queja viene por el lado de que los productores y empresarios argentinos están soportando cada vez con mayor peso las consecuencias de la recesión en el país más los problemas derivados de un mercado, el brasileño, cuya moneda se desvaloriza aceleradamente frente al dólar.

La vuelta a los orígenes
Quien propuso una vuelta a los orígenes de la integración fue el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota. El mandatario se pronunció por la continuidad del bloque pero dijo claramente que es "necesario volver a los inicios".
De la Sota se mostró convencido de que Brasil no va a dolarizar y que Argentina no va a devaluar por lo que la diferencia en los tipos de cambio "va a existir siempre".
El gobernador, quien se desempeñó como embajador argentino en Brasil, dijo que hay que "ayudar al Mercosur porque es una manera de defendernos de la globalización".


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