El laboratorio BioPort, proveedor de la vacuna contra el ántrax o carbunclo para los militares norteamericanos, comenzó a debatir la posibilidad de crear una reserva nacional para su inoculación en el caso en que se produzca un ataque bioterrorista. La vacuna, aprobada por la agencia federal de medicamentos (FDA) para ser utilizada sólo por la gente que se cree enfrenta un alto riesgo de exposición a esa bacteria tóxica, se utiliza actualmente casi exclusivamente al personal militar que arriesga un potencial ataque biológico por fuerzas hostiles. BioPort, una compañía de Lansing (Michigan) expresó que ha recibido gran cantidad de solicitudes de vacuna contra el ántrax por parte de civiles, inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre de Nueva York y Washington. Mucha gente telefoneó o visitó el sitio de BioPort en Internet, y en ambos casos la compañía instaló un mensaje especial: "Todas las dosis están siendo utilizadas o reservadas para las fuerzas armadas estadounidenses". (Ansa)
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