"Probablemente el año que viene. Esperemos que para entonces se serenen los ánimos de la política, cosa que es probable", insistió el gobernador Carlos Reutemann en torno una eventual reforma de la Constitución provincial el año próximo.
En la Casa Gris consideran que el "es probable" del gobernador debe leerse prácticamente como un anuncio taxativo de que la reforma se hará. Máxime porque existe hasta un argumento marco para hacerla, más allá del reclamo que desde hace años viene formulando en ese sentido todo el arco político opositor, que Reutemann únicamente expuso en privado, pero que el ministro de Gobierno Lorenzo Domínguez ha hecho público aunque como opinión "personal".
El Ejecutivo parece contagiado de un ansia conmemorativa de la que no puede sustraerse el gobernador que acaba de habilitar una evaluación de la conveniencia de la ley de lemas que este año cumple una década de vigencia. Precisamente el año próximo la Constitución provincial celebrará los cuarenta años de su sanción.
En cambio su ministro político, Lorenzo Domínguez, quien deberá ser el encargado de pilotear el proceso que desembocará en la enmienda de la carta fundacional de los santafesinos, dijo: "La Constitución de la provincia que va a cumplir cuarenta años y en algunos aspectos ha sido superada por la propia Constitución nacional reformada en 1994. Me parece que llegó el tiempo de rediscutirla".
Resultó significativo que el Lole recordara ayer que el senador nacional Horacio Usandizaga "tampoco estaba muy de acuerdo en hacer una reforma constitucional este año", pero "porque no estaban dadas las condiciones para plantear una convención constituyente en el 2001". Es factible interpretar que a partir de ahora las cosas comienzan a cambiar.
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La Ciudad
