Año CXXXIV
 Nº 49.224
Rosario,
jueves  30 de
agosto de 2001
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El interventor de la obra social anunció cómo serán los recortes en Rosario
El ajuste en Pami I y II prevé un 25 % de empleados menos
Quieren rebajar los salarios. Descartan el cierre de los policlínicos. Califican la actual gestión como "muy mala"

El interventor del Pami central, Raúl Pistorio, anunció ayer que el ajuste en los policlínicos de Rosario implicará una reducción de por lo menos el 25 por ciento de los empleados y una rebaja en los salarios. El achique del personal se instrumentará mediante jubilaciones, la no renovación de contratos y una serie de "retiros asistidos", que consisten en pagarle los sueldos por un año sin asistencia a los lugares de trabajo para luego ser despedidos. También desaparecerá la Uppri, y la administración de los Pami I y II pasará a depender de la Delegación IX. El funcionario negó el cierre de los centros asistenciales y la posibilidad de transferir afiliados al sanatorio Julio Corzo para su atención, si es que se reabre. En ese caso, admitió que será "una alternativa más" para la derivación de pacientes. Además fue muy duro con la actual gestión de Rosario a la que calificó de "muy mala" y criticó los últimos nombramientos.
Estos cambios fueron presentados por el interventor a los integrantes del bloque de diputados nacionales del radicalismo, según confirmó a La Capital uno de los participantes de la reunión. La reestructuración de los policlínicos, proyecto que ya fue elevado al gabinete nacional, sería implementada de un momento a otro.
El achique en el Pami Rosario es una de las medidas que se aplicarán en la obra social de los jubilados para equilibrar las cuentas y tener un servicio más eficiente. El reordenamiento busca reducir costos operativos y en recursos humanos, en una suma cercana a los 70 millones de pesos.
Las autoridades descartaron la privatización del Pami y los despidos masivos. Pero lo que está en marcha es un plan de reconversión que contempla una reducción de agentes.
La delegación de Rosario fue la que mayor cantidad de críticas recibió con respecto al exceso de personal. En ese sentido, Pistorio -según testigos- precisó que en determinados sectores la poda afectará al 70 por ciento y calificó de "muy mala gestión" la llevada adelante por sus responsables.
De acuerdo al estudio de Pistorio, en los policlínicos de la ciudad trabajan unos 1.300 agentes y hay unas 300 camas, es decir, hay cuatro empleados por cada cama. "En ninguna parte del mundo existe esa relación", se quejó ante los legisladores. Y propuso bajarla a 3 por 1, o sea un 25 por ciento menos.
El interventor pretende reducir la planta de personal mediante la jubilación de aquellos que estén en edad, no renovar los contratos -son en total 420-, e implementar los "retiros asistidos", que en realidad son cesantías.
Apuntará en particular a los contratados por la actual gestión. Sin miramientos partidarios, el funcionario aseguró que "la Alianza hizo 160 designaciones en Rosario".
Por otra parte, dijo que el promedio de salarios de bolsillo de los trabajadores rosarinos es de 1.200 a 1.300 pesos. "Están por encima de los que se pagan en la salud privada", señaló. Cree que es necesario una rebaja en los sueldos, aunque no precisó cómo hará para conseguirla.
Pistorio sí adelantó que disolverá la Uppri y traspasará la gestión de los policlínicos a la Delegación IX.
Al término del encuentro, el titular del bloque radical de diputados, Horacio Pernasetti, adelantó que se evalúan "transferencias de sectores" y puso como ejemplo al Pami I y II que "están negociando transferencias a la Municipalidad u otras alternativas".
No hubo más precisiones sobre la cuestión municipal. En cambio, Pistorio aseguró que no se cerrarán los policlínicos y descartó el traslado de personal a otros efectores como el sanatorio Julio Corzo cuando se reabra, según confirmó a La Capital un diputado santafesino que también estuvo en el cónclave.
"Me da la impresión que el interventor no quiere traspasar toda la alta complejidad al Corzo, creo que lo tendrá como un prestador más", agregó.
Con esto, el funcionario desmintió las versiones sobre la reorganización de los servicios en Rosario que pasaban por bajarles la persiana a los Pami I y II y reubicar al personal en el Julio Corzo.
La posibilidad de reabrir el sanatorio sindical se viene manejando desde hace tiempo y siempre se la vinculó con las versiones de un posible cierre de los efectores propios. Desde la Asociación de Obras Sociales, administradora del centro asistencial en cuestión, se dijo que "el proceso de reapertura está en estudio, pero no está atado a lo que se resuelva en el Pami, sí a lo que defina la Nación en materia de prestaciones de salud".
Además, el interventor anticipó que habrá una política global en materia de servicios de ambulancia ya que hasta hoy se lo presta en forma mixta, con ambulancias propias y contratadas a los privados. Es más, tildó al sistema propio de "oneroso e ineficiente". Hay que tener en cuenta que en Rosario, las actuales autoridades habían puesto en marcha un centro de atención de emergencias con nuevas ambulancias y más de un centenar de empleados. Los diputados creen que este emprendimiento tendrá poca vida.



Los recortes ampliarán la protesta gremial en el Pami.
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