"Lamentablemente para mis viejos, amo la noche, amo salir. Está superviolenta, puede ser, pero no le tengo miedo. Me han robado, apurado, me han recagado a piñas. Pasé por todo esto pero amo la noche". Ignacio no duda en considerarse un admirador del "desenfreno, la lujuria y la pasión" que se despierta de noche. No todos sus pares opinan lo mismo. "No le encuentro la gracia. Salís y tenés que volver solo en un colectivo con todos ebrios, y estás con miedo de si te pegan, si te roban", apunta Lucas. Para Ezequiel, "el problema son las bandas que arman quilombo. Siempre encuentran un motivo para pelear. Dicen que hacen locuras, pero yo no las veo muy divertidas. Van caminando por Oroño y empiezan a gritarle cosas a una chica para que venga el novio y se arme lío, romper cosas, tirarle piedras a algo".
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La Ciudad
