El director técnico de Boca Juniors, Carlos Bianchi, apuntó luego de la nueva consagración de su equipo en la Copa Libertadores de América que "siempre recuerdo una frasesita de Alfredo Di Stéfano, las finales hay que ganarlas". "Todo lo que queda después es para la anécdota, para la mesa de café, para los comentarios que se hacen después de un partido. Nosotros tratamos de hacerle honor a Di Stéfano", completó. Reconoció Bianchi que "Cruz Azul hizo un gran partido, desde el primer minuto manejaron mejor la pelota que nosotros, se dispusieron en el campo de juego en un sistema que nos complicó bastante". "En algunos momentos ellos llegaron a jugar con tres defensores y nosotros con tres puntas -precisó-, pero esos cuatro mediocampistas que tenían ellos manejaban mucho mejor la pelota". El entrenador admitió que "nos pusieron en dificultad todo el primer tiempo, sobre todo, y no era normal que se fueran al descanso con un 1-0 arriba. Pienso que en el segundo tiempo los apretamos un poquitito más, los ahogamos un poquitito más". "Eso hizo que ellos no tuvieran tanto la pelota y que se limitaran más a jugar de contragolpe -continuó-, que nos complicaron bastante también. Por eso digo que Cruz Azul hizo un gran partido y que tal vez nosotros no llegamos en los noventa minutos a soltarnos, como jugamos normalmente. Parecería que el lleno total nos ató un poco y no dejó que jugáramos como teníamos pensado el partido". Según el director técnico, el equipo "demostró con el correr de los partidos, sobre todo en la Libertadores, que tenía mucho orgullo y mucha presencia, mucha personalidad, porque no creo que haya habido en las copas Libertadores anteriores un equipo que haya ganado tantos partidos de visitante". "Yo comparo lo que hizo Boca con la copa de Europa -señaló-, en el sentido de que el Bayern Munich había eliminado ya al Manchester United y al Real Madrid antes de salir campeón. No se cuenta que se ganó por los penales, porque anteriormente ya había jugado dos finales, contra el Manchester y contra el Real Madrid". Consideró Bianchi que "yo creo que también Boca, al jugar contra Vasco da Gama y Palmeiras, jugó dos finales antes de esta. Pero si uno se pone a analizar lo que pensábamos en el mes de enero y la situación en la que estamos hoy, seis meses más tarde, tenemos que estar muy pero muy satisfechos". Sobre el nuevo título expresó que "me da placer, porque uno cuando llegó acá un 27 de mayo del 98 no pensaba que tres años más tarde íbamos a tener los títulos que hemos logrado. Yo lo había dicho, no se puede prometer ser campeón, lo que se puede prometer es un trabajo profesional". "Esto se logró por la gran personalidad que tiene este grupo -enfatizó-. El grupo es el que hace que haya once jugadores en el campo de juego que estén preparados representando a todos. Si uno no cuenta con buenos jugadores con una muy buena mentalidad, con gente inteligente, se hace muy difícil continuar. Llegar es fácil, confirmar es difícil. Y Boca confirmó lo que hizo el año pasado". Recordó el entrenador que "Córdoba, Ibarra, Bermúdez, Riquelme y Traverso son los que jugaron el año pasado la final. Quiere decir que hay más del cincuenta por ciento del equipo que no había jugado. Eso demuestra a las claras que es un equipo que se fue formando a medida que fueron pasando los partidos". "Por eso creo que tenemos que seguir convencidos de que es un año de transición -advirtió-, sobre todo porque no sabemos qué es lo que puede pasar en este lapso antes de la Copa Mercosur y del campeonato. Pero estamos bien, yo estoy muy satisfecho". Finalizó Bianchi manifestando que "tenemos un grupo de gente joven que tiene mucha hambre de gloria y estoy convencido de que cuando tengan su oportunidad van a aportar lo que tienen que aportar".
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