Año CXXXIV
 Nº 49.157
Rosario,
domingo  24 de
junio de 2001
Min 6º
Máx 12º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






La generosidad de un ídolo

Desafiando el inexorable y temido paso del tiempo y emulando el milagro de San Genaro, tanto el artista como sus admiradores, reeditaron, en el primer año del siglo XXI, su romance.
Sandro, que debutó a fines de los 50 y atemorizó primero y deslumbró después con Los de Fuego, hoy está más cerca que nunca de ser el émulo criollo de Elvis Presley. Las cosas volvieron a ser como antes. Como si el tiempo no hubiera transcurrido.
El carisma de El Gitano permanece intacto. Y esa mágica conjunción que genera con sus fanáticas no es fácilmente reproducible y eso que muchos han intentado vanamente lograrla. Sandro es mito viviente. Toda una rareza en la necrofílica escena musical criolla.
La leyenda asegura que Sandro debuta en Rosario por cábala, y algo de eso hay en la recurrente elección de la cuna de la bandera para sus eternos regresos. Pero es cierto también que al autor de "Rosa, rosa" lo unen profundos lazos afectivos con la ciudad. El no olvida ni olvidará jamás que varios de sus primeros pasos hacia la fama los dio aquí, a orillas de Paraná. Por eso vuelve. Por agradecimiento a los que confiaron en él cuando recién empezaba.


Notas relacionadas
Sandro, un ídolo habituado a triunfar a fuerza de sudor y lágrimas
Cronología de un éxito anunciado
El furor en la esquina del teatro
Diario La Capital todos los derechos reservados