El ministro del Interior, Ramón Mestre, no descartó anoche la posibilidad de declarar el estado de sitio en Salta si el conflicto social de las últimas horas se torna incontrolable, aunque aclaró que debe actuar el gobierno provincial del justicialista Juan Carlos Romero para evitar llegar a ese extremo. "En una situación extrema podría llegar, si esto fuese incontrolable, a determinarse un estado de sitio parcial o estado de sitio en toda la provincia, por lo que el gobernador no puede estar al margen y tiene que tener decididamente una participación", afirmó el funcionario radical. De todos modos, y si bien el gobierno deslindó su responsabilidad por la represión del domingo, el bloque de diputados del PJ pedirá hoy en el Congreso la interpelación de Mestre y del secretario de Seguridad, Enrique Mathov. Ambos funcionarios son desde la óptica del PJ los responsables de los hechos de violencia y algunos legisladores incluso mencionaron ayer tarde la posibilidad de pedir la renuncia del ministro del Interior, que por su parte negó la intervención a la provincia de Salta. El jefe de la cartera política sostuvo anoche que "estos son los caminos extremos" (los que contemplan la posibilidad del estado de sitio), pero insistió en que "antes tiene que el gobierno provincial asumir su propia responsabilidad" en resolver el conflicto que se cobró la vida de dos personas y otras 27 sufrieron heridas, entre piqueteros, civiles y gendarmes. "Es un tema que primero tiene que actuar la provincia y el gobierno local. Son ellos los que tienen que canalizar las soluciones. La Nación está presta a participar en la solución de cualquier conflicto", agregó Mestre. En ese contexto, afirmó entonces -en una conferencia de prensa brindada en la Casa Rosada- que si no intervienen en la solución del conflicto los gobiernos local o provincial "hay otros mecanismos institucionales para que estas cosas se remedien". "Para eso vivimos en un estado de derecho, donde tenemos respuestas institucionales a cada una de la situaciones que se plantean", justificó. Por la mañana, el gobierno nacional había realizado un llamado al diálogo y la paz social tras los graves incidentes. El secretario de Seguridad Interior, Enrique Mathov, negó que exista una "guerrilla" en Salta, en tanto el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, atribuyó los hechos de violencia a "un grupo" que durante el conflicto de noviembre último robó armas y las está utilizando ahora, escondido en el monte. La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, afirmó, a su vez, que "hacía mucho tiempo" que el conflicto desatado en Salta "era cuestión de seguridad" y no de su competencia, y aseguró que se conoce "uno por uno" a los agresores denunciados por las autoridades. Mestre, junto a Mathov y al flamante vocero del gobierno Juan Pablo Baylac, había dicho que era necesario hacer una "exhortación a la paz, para que los espíritus se tranquilicen", tras lo cual lamentó "los hechos de violencia en Salta" y sus consecuencias. El ministro indicó asimismo que su cartera ha denunciado ante el fiscal actuante al sindicalista Carlos Perro Santillán para que se determine si incurrió en el delito de "incitación a la violencia". Baylac informó que el gobierno decidió fletar el avión presidencial Tango 02 a Salta, para ponerlo a disposición del jefe de la Gendarmería, Hugo Miranda. También señaló que la visión que tiene el presidente Fernando de la Rúa es "la misma que ha expresado" Mestre: "Procurar que se reivindique el criterio que sustenta el sistema político que vive la Argentina, que es la democracia, la profundización del diálogo y que la solución de los problemas que tiene el país no es por vía de la violencia".
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