Mientras en el país se profundiza la crisis de la industria cárnica, Brasil se prepara para incrementar sus ventas externas del circuito ganadero y avícola y proyecta colocar los productos obtenidos en las regiones libres del virus, aún con vacunación. Así lo consideró el ministro de Agricultura del país vecino, Marcus Pratini de Moraes, quien estimó un crecimiento de sus exportaciones del rubro superior al 40% para este año, a pesar de los focos de aftosa que se comprobaron en el sur brasileño, una región que había logrado el rango de libre de la enfermedad, sin vacunación, en mayo del 2000. En ese contexto, el ministro proyectó que las ventas externas de cortes cárnicos bovinos alcanzarían unos 1.130/1.140 millones de dólares este año, frente a los poco más de 800 millones que totalizaron las exportaciones del sector durante el 2000. Otro tanto sucedería con las colocaciones de otras carnes como la porcina o la avícola -dos producciones que también soportan crisis de rentabilidad y competitividad en la plaza interna-, que según las estimaciones del gobierno brasileño se elevarían a 300 millones de dólares y unos 1.200 respectivamente, frente a los montos exportados el año pasado (160 y 900 millones de dólares). Pratini de moraes formuló esos conceptos durante un seminario sobre agroalimentos que se desarrolló en Brasilia y afirmó que, a pesar de la aftosa, hay mercados muy grandes en los que se puede pensar como potenciales importadores de esos productos brasileños. Las perspectivas exportadoras del socio argentino en el Mercosur, más allá del problema sanitario que enfrenta su producción bovina, buscan potenciar el volumen actual de colocaciones externas de ese mercado, consideradas bajas frente a las importantes reservas ganaderas con que cuenta, superiores a los 150 millones de cabezas vacunas en todo su territorio. El argumento más firme del ministro brasileño pasa por señalar que la demanda alimenticia europea impulsará la compra de carnes -bovina, porcina y aviar-, en países en los cuales, aunque se haya detectado aftosa, mantienen su rango de libres de la enfermedad con vacunación. Si bien Argentina fue suspendida por la OIE como país libre del virus sin vacunación, el organismo sanitario internacional no le retiró formalmente el status otorgado el año pasado, aunque la suspensión está operando como barrera en los mercados europeos para permitir el ingreso de las carnes de producción local. El acceso a esta plaza está vedado al país desde el 13 de marzo de este año cuando las autoridades reconocieron la existencia de la enfermedad viral en la ganadería nacional.
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