En tiempos donde generar cosas nuevas, pero sobre todo buenas, cuesta el doble, donde las ideas se topan con una crisis política, social y, pon ende, institucional, "sería bueno apelar a los grandes referentes del deporte". A priori, la idea suena más que interesante, pero ¿de quién depende que cosas como estas puedan llevarse a cabo?, precisamente de aquellos que "le prestan poca atención al deporte". "Cuando aparece un Guillermo Vilas, un Carlos Espínola, o quien sea -analizó Alarcón-, se transforman en émulos, en paradigmas de la sociedad y los chicos empiezan a querer ser como ellos". El análisis del docente rosarino -con el que concuerda Juan Carlos Troiano- se fundamenta en que Argentina es un país con muchos deportistas destacados y por eso habría que aprovecharlos y "llevarlos a las escuelas a que den una charla o algún tipo de consejo. Decir que el deporte es importante por un ídolo popular tiene una fuerza impresionante y eso también es pedagogía", agregó Alarcón. Además, Rosario cuenta con la posibilidad de tener a "un Negro Palma, a un Tata Martino, ¿qué tal si los llevamos a un tercer o cuarto año para que hablen con los alumnos".
| |