| Pocas zonas del delito deben ser más acotadas que la del robo de medicamentos. Esto por una sencilla razón: el producto enajenado no puede ser reducido en ningún otro lugar que en una farmacia, una droguería o un centro de salud. Es decir: la policía y la Justicia no tienen que buscar una aguja en un pajar. Al saquear una farmacia, ¿cuánto tiempo los delincuentes tienen consigo la mercadería sin venderla? Y cuando lo hacen, ¿la colocan en una zapatería, un supermercado, una estación de servicio,... |