Año CXXXIV
 Nº 49.098
Rosario,
miércoles  25 de
abril de 2001
Min 6º
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cartas
Recortes en el gasto público

Leí en La Capital la propuesta del intendente de Venado Tuerto de suprimir el Concejo Municipal y reemplazarlo por vecinos "honorables" que actúen ad honórem. Me adhiero fervorosamente a esa idea, que, de aplicarse en todas las ciudades, aportaría mucho más a la causa para la que están designados y dejaría de ser un trampolín político. También leí una carta que clamaba por la reducción de nuestro sobredimensionado aparato político en todos los ámbitos, municipales, provinciales y nacionales, ministerios, secretarías, Diputados, Senadores, etcétera, bajando sueldos, dietas y gastos. De este clamor se hacen eco muchos periodistas y economistas en los distintos medios. También habría que cambiar las constituciones provinciales y nacional a efectos de suprimir todas las legislaturas provinciales y regirnos por un solo Congreso para todo el país y eliminar toda duplicación burocrática que existe, unificar las obras sociales con mejores condiciones generales para activos y jubilados, etc. ¿Se imaginan, con los millones de pesos que nos ahorraríamos, cómo podríamos pagar la deuda externa, aumentar los
sueldos a los jubilados y maestros, y tantas otras cosas postergadas? A propósito de la deuda externa, hay que
pagarla, pero hay que investigar a los que la contrajeron para que respondan sobre cómo y en qué la invirtieron. Los que malversaron los fondos no sólo deben ser juzgados, sino que tienen que devolver lo malhabido. Se podría crear un gran Fondo de
Recuperación Nacional con la restitución de todo lo evadido y robado, que podría tener un plazo de presentación espontánea, para luego caer con todo el peso de la ley. Si creamos un país en serio, los millones de pesos que los argentinos tienen en el exterior, licita o ilícitamente, podrían volver al país, y entonces sí seremos una potencia, y tendremos el país que nos merecemos.
Godofredo B. Kyster


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