La nueva convertibilidad que se anunció significa que el peso valdrá el promedio entre el valor de un dólar y de un euro. Pero este hecho recién se implementará cuando se dé la conjunción monetaria en la cual el euro cotice a un dólar, y por lo tanto a un peso. En ese día, un peso será igual a un dólar e igual a un euro. Pero a partir de allí, el euro y el dólar seguirán teniendo fluctuaciones entre sí. Así, en el caso de que el euro se revalorice más y por ejemplo valga 1,10 dólar, entonces el peso valdrá 1,05 dólar. Si por el contrario, el euro se vuelve a desvalorizar y regresa a los valores actuales (un euro es aproximadamente 0,90 dólar), entonces un peso valdrá 0,95 dólar, lo cual significará una devaluación frente al dólar respecto a los términos actuales. Por lo pronto, Cavallo aseguró que los depósitos, las hipotecas y los bonos se mantendrán en la moneda en que fueron pactados originalmente: u Los contratos que hoy están en pesos convertibles, seguirán igual hasta que se incorpore el euro. A partir de allí, lo que está en pesos seguirá en pesos, pero regido según la nueva convertibilidad, mitad en dólares y mitad en euros. u Los contratos en dólares seguirán igual, antes y después de la incorporación del euro. u Economía dijo que se respetarán las hipotecas, los plazos fijos y los bonos, según la letra firmada cuando se pactó cada uno los contratos. En caso de que en el futuro se produzca una gran fluctuación entre el dólar y el euro, el secretario de Hacienda, Daniel Marx, explicó con tres ejemplos: u Una persona debe 10 salarios. Si la convertibilidad sigue como hasta ahora, seguirá debiendo lo mismo, diez salarios. u Si una vez que se incorpora el euro se produjera una revaluación del dólar, esa persona -cuyo salario está en pesos- pasaría a deber por ejemplo once salarios. u Si, en cambio, el que se revalúa es el euro, esa persona tendría una revaluación de su salario en pesos y pasaría a deber nueve salarios. Si la fluctuación es menor, no habría demasiado problema ni para el deudor ni para el acreedor, y los analistas consideran que las dos monedas (euro y dólar) deberían fluctuar poco. El dólar está en un nivel récord histórico en relación al euro, y si se mira en los últimos diez años, el dólar está en una fortaleza muy notable. La probabilidad de que se debilite frente al euro no es menor.
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