Después de 24 años, el diputado socialista Alfredo Bravo volvió a pisar ayer La Plata -donde estuvo prisionero durante la última dictadura militar- para declarar en el juicio por la verdad, y reconoció por primera vez uno de los centros clandestinos en los que permaneció detenido. Bravo dijo que la capital bonaerense fue en los años de plomo "una cacería de mañana, de tarde y de noche". Además, complicó al ex titular de la comisaría 5ª Osvaldo Sertorio, quien había negado su participación en la represión ilegal. Al declarar en el juicio que lleva la Cámara Federal platense para conocer el destino de más de 2.000 desaparecidos, Bravo reiteró haber sido torturado personalmente por el fallecido ex jefe de la Policía Bonaerense Ramón Camps y su lugarteniente, Miguel Osvaldo Etchecolatz. "Todo el tiempo, todos los días, me interrogaban los dos", enfatizó Bravo, quien recordó que cuando Camps participaba de los interrogatorios "era cuando torturaban con mayor intensidad".
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