Año CXXXIV
 Nº 49.078
Rosario,
jueves  05 de
abril de 2001
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El secuestro del empresario de Las Varillas que ganó el Quini Seis en 1997
"Don Angel quiere expresar que ama a su familia más que nada en el mundo"
El hacendado buscó disipar las sospechas contra sus hijos. Pero no habló: lo hicieron sus abogados por él

Sergio M. Naymark

Las Varillas.- José Angel Dolza se llamó a silencio. El empresario que a fines de 1997 ganara 6 millones de dólares en el Quini Seis y que el último miércoles de marzo pasado fuera secuestrado durante 24 horas cerró su boca y delegó todo comentario en sus abogados. Sin embargo, anoche decidió mostrarse. Estaba abatido no sólo por la privación de libertad de que fue víctima, sino porque sus dos hijos aparecen como el centro de la investigación que lleva adelante la policía y la Justicia.
Deudas impagas y rencillas familiares de vieja data son los argumentos que analiza el fiscal Francisco Márquez y que mantiene a los hermanos Darío y Mario Dolza como vinculados al secuestro del hacendado. Poco después de las 22 de ayer, Dolza padre llegó al Gran Hotel Las Varillas, flanqueado por Oscar Pereyra y Florencio Navoni, sus abogados. Lo que fue anunciado como una conferencia de prensa pronto se convirtió en una reunión con reglas unilaterales fijadas por los letrados.
"Nadie va a entrar a la sala con grabadores, micrófonos, celulares o cámaras. El que no acepte estas normas se va", dijo Pereyra, con tono castrense. Sin embargo, fotógrafos y camarógrafos hicieron gala de oficio para retratar al empresario y a sus abogados.
Las palabras de Pereyra generaron un airado reproche de los trabajadores de prensa que objetaron no poder desempeñarse bajo ese tipo de condiciones. "No coarto ningún derecho, sino que defiendo el de Don Angel a su privacidad y a su protección física y moral", exclamó.
Poco después, con las puertas cerradas, Pereyra se limitó a leer un comunicado de dos carillas en el cual fijó la posición de Dolza. Agradeció -paradójicamente- el trabajo de la prensa y la investigación que llevan adelante la policía y la Justicia.
"Don Angel quiere expresar que ama profundamente a su familia más que a nada en el mundo". Ese núcleo íntimo está integrado por su esposa Elba, sus tres hijos -uno fallecido- sus nueras y sus nietos. El abogado, tomando la voz de su cliente, dijo que "todos los actos de su vida siempre han estado destinados y guiados por ese amor".
Antes de empezar la lectura del texto, Pereyra dejó en claro que no admitiría ningún tipo de preguntas. "Ya conocemos el tono de las mismas. Sabemos que ustedes quieren conocer cosas que nosotros también desconocemos". Y estableció que toda la información que el periodismo busque deberá obtenerla de fuentes oficiales para colaborar con la investigación "que hasta el momento es buena y está en manos de buenos funcionarios".
Dolza se tomará varios días de descanso fuera de Las Varillas y pidió respeto, siempre mediante sus representantes, a su silencio. "Don Angel quiere volver a ser el trabajador anónimo que alguna vez fue", dijo Pereyra.
El empresario, de 65 años, fue secuestrado cuando iba hacia su estancia. El hecho movilizó a 200 policías. Un día después Dolza apareció ileso en la localidad santafesina de San José de la Esquina sin que se pagara un rescate. Aunque la policía no descarta que se haya convenido un pago a futuro para obtener su libertad.



Dolza junto a uno de sus letrados anoche en Las Varillas.
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