Un ex combatiente que sobrevivió al hundimiento del crucero General Belgrano durante la Guerra de Malvinas, consideró ayer que el conflicto bélico, que precipitó la caída del gobierno de facto de Leopoldo Fortunato Galtieri, "por lo menos sirvió para que la Argentina en este momento vaya hacia los veinte años de democracia".
Darío Volonté, quien ahora se desempeña como cantante lírico, pidió que el 2 de abril, día del desembarco de las tropas argentinas en las islas, sea recordado como "una fecha patria del corazón" en homenaje a quienes "vivieron muchos horrores".
Volonté, quien ayer interpretó la ópera de Giusseppe Verdi "Don Carlos" en el Teatro Real de Madrid, confió que "uno tiene tres o cuatro cumpleaños después de haber pasado situaciones como ésas y tener la fortuna, gracia, la suerte o cómo se llame, de estar vivo y continuar la vida como si tal vez nada hubiera pasado, pero hay huellas que no se pueden borrar".
Consultado sobre si consideraba idóneo el feriado de ayer, respondió que la guerra sirvió como "una bisagra: junto con la represión ilegal y los hechos nefastos a nivel económico, político y militar que se cometieron, hicieron que la gente, en su cabeza y su corazón, no se le ocurra pensar o sospechar que puede haber otro gobierno de facto en la Argentina".
"Fue un tremendo error de la Junta Militar haber encarado esa guerra, fue el golpe final para que esos muchachos tomen natural que se elija un candidato de un partido o de otro. La Guerra de Malvinas fue el mazazo final, eso a nivel espiritual me consuela", prosiguió.
Horrores
Asimismo, subrayó que "el 2 de abril va a ser una fecha patria del corazón, porque hubo compatriotas que la pasaron verdaderamente feo, que vivieron muchos horrores". Para Volonté, "fulano o mengano murieron, pero esas muertes desgraciadas por lo menos sirvieron para que la Argentina en este momento vaya hacia los veinte años de democracia, que esperemos sean cien, doscientos, trescientos, como tiene que ser naturalmente".
En el momento en que un torpedo impactó en la parte central del crucero General Belgrano, Volonté se encontraba "en la caldera. El barco se quedó inmediatamente sin luz y tuvimos que apelar a la memoria de los simulacros de combate para llegar a la cubierta y, entre medio, agarrar de los pelos a los que se podía para tirarlos para arriba".
"No fue fácil porque estaba en la última planta del barco, abajo de todo, en la panza del buque", recordó el ex combatiente, quien señaló que el proyectil "explotó en la sala de máquinas, allí murió la mayor parte de la gente".
Al recordar esos angustiosos momentos, dijo que "el buque tiró una tendencia de partirse al medio. Pensé que era un bombardeo de aviones, no imaginé que pudo ser un submarino, porque el movimiento no fue hacia los costados, sino de abajo hacia arriba, un sacudón vertical. En menos de una hora el crucero se hundió".