Un hombre se suicidó ayer en la ciudad de Taipei, Taiwan, atemorizado por la caída a tierra de la estación orbital rusa Mir, y se inmoló junto a la tumba de su padre. Al no poder aguantar la tensión de la caída de la Mir, el hombre corrió hacia el cementerio de Taipei en donde yace su padre y, junto a la tumba, roció su propio cuerpo con bencina y se prendió fuego, lo que le causó la muerte de manera inmediata. La víctima, de origen taiwanés, era considerada depresiva.