Las 143 toneladas de la Mir que cayeron del espacio en una noche equivalen en promedio a la masa total de los restos de artefactos hechos por el hombre que caen a la Tierra en un año, dijo Nicholas Johnson, administrador del programa de chatarra orbital del Centro Espacial Johnson, de la Nasa. Unos 8.300 satélites, partes de cohetes y otros fragmentos están actualmente en órbita y son rastreados por el Comando Espacial de Estados Unidos, según otro vocero, el sargento mayor Larry Lincoln. Ese número corresponde sólo a la tercera parte de los 26 mil objetos que el centro rastreó desde 1957, explicó Lincoln. "El resto reentró en la atmósfera", dijo Johnson. Como promedio, en los últimos 40 años cayó a la Tierra un satélite por día, precisó. La mayor parte de los objetos aterrizan en zonas aisladas, caen en el agua, o se queman totalmente en la atmósfera. Nunca hubo ningún herido por un objeto que cayó del espacio. Los materiales de alta temperatura de fusión -como el titanio y el acero inoxidable- contribuyen a que los satélites anticuados y las partes de cohetes resistan el intenso calor de la reentrada en la atmósfera de la Tierra, dijo Johnson. La Mir, aunque fue el mayor artefacto hecho por el hombre que cayó del espacio, no fue el único. El satélite ruso Cosmos 954 esparció sus restos en una amplia extensión del noroeste de Canadá el 24 de enero de 1978. Y la estación espacial norteamericana Skylab, de 75 toneladas, arrojó una lluvia de fragmentos al rojo vivo en el oeste de Australia en julio de 1979.
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