Llegado por segunda vez a Argentina, Nikita Mijalkov no pudo ni quiso esquivar las referencias a Rusia, su país de origen, hoy sumergido en una economía de mercado poco ventajosa para las grandes mayorías. El director usó el ejemplo del cine para graficar la actual situación rusa. "Hubo un tiempo antes y después de la Perestroika. Desde la apertura comenzaron los cuestionamientos pero los cambios no fueron algo instantáneo. Hay que pensar que se trataba de generaciones educadas por el comunismo y no iban a levantarse de un día para otro y decir «yo olvido todo mi pasado». No se puede decir hoy soy rojo y mañana de tres colores. Hubo mucha confusión, se pensó que era posible todo, cualquier cosa", se lamentó. Mijalkov festejó la caída de la censura, aunque fustigó algunos colegas que comenzaron a hacer películas pornográficas "para ganar dinero rápido y por el solo hecho de que antes no se podían hacer". En contraposición afirmó: "Creo que hay que mantenerse firme en el propio camino y quiero creer que mis colegas comparten esa idea. Entonces, los cambios son relativos. Hay dos épocas pero lo importante es el compromiso que uno asume frente a su tarea". En ese sentido, Mijalkov ratificó el compromiso con su trabajo: "Hoy yo no siento vergüenza de ninguna de mis películas, no porque piense que son muy buenas, sino porque no las hice para obtener dinero y poder, o el apoyo del gobierno. Filmé lo que me parecía porque no podía dejar de filmar eso. Por eso respondo por cada una de mis películas".
| |