En 1987 Mijalkov dirigió a Marcello Mastroianni en "Ojos negros", un recuerdo que no lo abandona y que retorna en todas las conversaciones con la prensa. "Marcello Mastroianni era como una hoja en blanco, como un niño", dijo leyendo sus recuerdos. "Al llegar a la mitad del rodaje nos entendíamos tan bien que no precisábamos hablarnos. Hacíamos como los perros, nos olíamos y sabíamos lo que había que hacer", memoró. La relación entre el actor italiano y Mijalkov fue tan estrecha que aún retumba en sus oídos uno de los halagos más grandes que dijo haber recibido en su vida. "El me dijo: «Tú haces que no envejezca y me siento como cuando filmaba con el joven Federico Fellini»". Y continuó: "Mastroianni estaba lleno de historias. Me acuerdo ahora de la anécdota de sus padres en el cine. Su madre se había quedado ciega, entonces que iba con el padre de Marcello, que a su vez estaba sordo. De esa manera, uno le contaba al otro lo que veía y entre los dos armaban la película, uno viendo y el otro escuchando". El cineasta contó además que durante el rodaje de "Ojos negros" Mastroianni no podía tomar alcohol durante la primera parte. Estaba desesperado por hacer la segunda, donde su personaje se entrega a la bebida: "Cuando le avisé que al otro día haríamos esa parte donde se podía tomar, desapareció. Se había ido a beber y llegó a la noche diciéndome: «Aquí estoy preparado para el papel»".
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