La Alianza pende de un hilo: del que desatará en pocos días (mañana o pasado) Ricardo López Murphy para mostrar el contenido del paquete de medidas económicas. Será la prueba más severa que deberá afrontar la coalición de gobierno desde la renuncia de Carlos Alvarez a la Vicepresidencia. "A menos que haya algo aberrante, el Frepaso va a estar dentro de la Alianza", dijo ayer la devaluada Graciela Fernández Meijide cuando la prensa la acosaba para que explique su salida del Ministerio de Desarrollo Social. Y que puede ser más aberrante para quienes levantaron la bandera del progresismo que otra vuelta de tuerca al modelo vigente. La continuidad o el alejamiento del Frepaso estará en gran parte dictada por el paquete que se preparó en las oficinas del Ministerio de Economía. El panorama no es muy alentador en las filas del Chachismo. Anteayer varios diputados frepasistas no podían ocultar su desencanto ante la sensación de que los movimientos en el gobierno habían sido a cambio del respaldo a las futuras medidas económicas. A pesar de los aires funestos, los legisladores advirtieron que iba a ser imposible para la conducción del Frepaso lograr que su tropa bajara la cabeza frente a un ajuste virulento. Como consuelo, se aferraban a algunas señales llegadas desde el gobierno que apuntaban a calmar los ánimos. La más importante fue el compromiso asumido con los jefes del Frepaso por el ministro de Interior, Federico Storani, quien les aseguró que el paquete no iba a contener "medidas irritativas". De igual manera, la diputada Beatriz Nofal, a quien se le ofreció un cargo en el Palacio de Hacienda, transmitió a sus colegas el mensaje tranquilizador de López Murphy durante la sesión legislativa del pasado miércoles. En el mismo sentido conciliador, el flamante ministro de Economía propuso a los jefes de los diputados aliancistas, el frepasista Darío Alessandro y el radical Horacio Pernasetti, mantener un mecanismo aceitado de comunicación para evitar sorpresas. Después del encuentro, el radical aseguró que López Murphy encontrará apoyo político en la Cámara baja. "Es un afiliado de la UCR y tiene toda la confianza del bloque radical", enfatizó. Pero el debut del nuevo ministro en la arena política dio muestras de la profundidad de las diferencias. Un sólo dato alcanza para expresar la magnitud de la grieta: el jueves estaba listo el comunicado de prensa que anunciaba el paso al costado del Frepaso. Las negociaciones con el presidente Fernando de la Rúa permitieron después reconstruir la relación y llegar a un acuerdo. A pesar del armisticio, las dudas persisten. Los diputados oficialistas se confesaron mutuamente durante toda la semana su temor por la inflexión que puede provocar un ajuste extremo. Despidos masivos, arancelamiento universitario y aumento de impuestos son las ideas que despiertan mayor recelo en el bloque oficialista, pero no sólo en el Frepaso, también en el radicalismo. Por el contrario, la eliminación de organismos y la reestructuración del Estado podría ser digerida con relativa facilidad por los legisladores. La inusitada demora del ministro en desentrañar su plan económico (que seguramente tenía preparado porque su nombramiento era inminente) es la señal más palpable de batalla política se está dando entre la derecha y la izquierda aliancista (ver aparte) y revela la dificultad que tendrá la coalición para convivir con un equipo económico integrado por intelectuales del establishment fogueados en Fiel, una fundación que desde hace décadas defiende la ortodoxia monetaria y fiscal por encima de cualquier otra consideración. Las ideas de Fiel no parecen coincidentes con la alquimia ideológica que alberga la Alianza, ni siquiera teniendo en cuenta que en ella conviven no sólo sectores más o menos progresistas, sino también otros más o menos liberales y más o menos conservadores. En el Frepaso hay quienes aseguran que si sus aberrantes pesadillas se transforman en realidad, será el límite de la Alianza, pero la incógnita se mantendrá hasta tanto el equipo económico enfrente finalmente los micrófonos y dé a conocer el nuevo paquete económico.
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