Graciela Fernández Meijide dejó el Ministerio de Desarrollo Social masticando bronca. Horas antes de su pase a la Vicejefatura de Gabinete había denunciado "operaciones políticas" en su contra. Ayer insistió con el mismo argumento: atribuyó a "sectores de la Alianza" que no identificó la "operación cruel e innecesaria" que terminó por sacarla del cargo. "No me voy a mi casa porque creo en la política", dijo sobre su cambio de funciones, e intentó minimizar su desplazamiento al asegurar que "a pesar de los sinsabores", sigue sintiéndose "cómoda" en el gobierno y que su lugar es aquel "donde uno siente que puede ser más útil". Meijide asumirá mañana como número dos de Chrystian Colombo, en reemplazo de Marcos Makón, quien ocupará el cargo de la ahora ex ministra. Precisamente Makón -quien se reunió con su antecesora- consideró que Graciela "después de un año de gestión había sufrido un desgaste y que debía dar un paso al costado", aunque confió que no la notó "dolida" por eso. A pesar de su poco disimulado fastidio, Meijide intentó ser contundente a la hora de defender la permanencia de su partido en la coalición gobernante: "Que quede claro que, a menos que haya algo aberrante, y no aparece nada de esto a la vista, el Frepaso va a estar dentro de la Alianza".
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