Cuando el bosque parecía encerrar un empate desencantado, surgió ayer aquí Antonio Barijho para pagar otra cuota de la sucesión de Martín Palermo y darle así a Boca Juniors el 1 a 0 necesario para ganarle a Gimnasia y Esgrima La Plata, y mantenerse a una distancia prudencial de River. A una docena de minutos del desenlace, Barijho le puso la panza a la pelota para empujarla hacia la red, luego de un córner de Guillermo Barros Schelotto y de la primera modificación de la trayectoria del envío por parte de Matías Arce. Antes y después el triunfo de Boca se dio porque el Pato Roberto Abbondancieri a cada paso le puso una atajada. Boca llegó así a los 4 puntos (la misma cantidad que Gimnasia), por lo que igual está bastante lejos de los líderes River Plate y Unión, ambos con rendimiento ideal en las tres primeras fechas de este torneo Clausura. Durante la primera media hora Gimnasia fue superior, tanto que convirtió en figura al arquero Roberto Abbondancieri. Gimnasia manejó la pelota con criterio y salió por los costados, pero tuvo un defecto, terminó por abusar de los centros. De todos modos, para Gimnasia el juego fue provechoso porque Boca estaba desmembrado en el medio y la defensa trabajó con bastante dificultad. Después de esa primera media hora hubo una levantada de Boca impulsado por Walter Gaitán, inteligente y talentoso. El conjunto visitante equilibró el juego y generó llegadas, por lo que Guillermo Hernando también sobresalió en Gimnasia. Cuando el mejor fue Gimnasia hubo un tiro libre de Sanguinetti que pegó en el travesaño, un cabezazo de Facundo Sava que tapó el arquero en gran reacción, la insistencia del Colorado y la nueva respuesta salvadora de Serna. Sava preocupó a Boca en otras dos oportunidades, la primera malograda porque el cabezazo resultó desviado. En la otra escena, Sava bajó un centro, remató hacia el poste más próximo, Abbondancieri sacó con un pie, insistió Claudio Enría y el arquero con una mano mandó la pelota al córner. En el segundo capítulo Boca recobró el balón con mayor facilidad y maniató a su adversario. Levantó el nivel de Guillermo Barros Schelotto, quien apareció con varias jugadas interesantes, pero careció de compañía requerida. Está claro que se trata de un Boca muy inferior cuando se ve privado por exigencias del calendario de la conducción en la cancha del armador Juan Román Riquelme. El cotejo se cayó porque Gimnasia claudicó en lo que más sabe hacer, desbordar y tirar centros. Así, con pocas luces de los jugadores y con arqueros iluminados todo estaba encaminado hacia la igualdad. Hasta que desde una esquina vino el córner del Mellizo que mejoró Arce y coronó Barijho. El local reaccionó desesperado, pero Abbondancieri se quedó con los intentos de Favio Fernández y Scotti, como para ratificar que fue la figura del bosque.
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