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 lunes, 05 de noviembre de 2007  
La Municipalidad detectó más de dos mil construcciones sin final obra

Marcos Cicchirillo / La Capital

El gobierno municipal regularizó de oficio la situación de 2.143 inmuebles construidos en los últimos cuatro años en la ciudad que no contaban con certificado final de obra o directamente habían realizado mejoras sin tramitar el permiso de edificación.

   Casi la mitad de las irregularidades fueron detectadas en los nuevos barrios cerrados y residenciales de la zona noroeste.

   Como la incorporación de estas mejoras pone en otra categoría fiscal a estas unidades, el resultado económico del procedimiento realizado en el segundo trimestre de este año permitirá aumentar la recaudación de la tasa general de inmuebles (TGI) en unos 300 mil pesos.

   En la zona noroeste de la ciudad, que registró junto con el distrito centro los mayores niveles de crecimiento, se encontró que una gran proporción de esas viviendas en infracción ni siquiera contaba con permisos de edificación.

   De todas maneras igual llegaron hasta la finalización de su construcción.

   Los datos provienen de un informe elaborado conjuntamente por las secretarías de Hacienda, Gobierno y General del municipio, en base al operativo de reguralización de construcciones que se realizó entre abril y junio pasado.

   En términos económicos, el resultado del plan significarán para el Estado local ingresos adicionales en concepto de TGI por más de 300 mil pesos anuales, producto de la diferencia entre lo que pagaban hasta ese momento los infractores y la nueva valuación.



Listos para habitar. El secretario de Hacienda, Gustavo Asegurado, explicó que el objetivo de este plan, similar al que se realizó cuatro años atrás, apuntó a la regularización de construcciones que teniendo permisos de edificación no tenían el de final de obra y estaban en condiciones de habilitabilidad.

   “Para ello se analizaron todos los permisos de edificación otorgados hasta el 31 de diciembre de 2004 que no contaran hasta mayo de 2007 con el respecto final de obra”, señaló, y agregó que este operativo no se trabajó con un criterio de selectividad, “sino que la tarea de fiscalización incluyó al universo de casos que evidenciaban esta situación” de tener permisos de edificación pero no de final de obra.

   El funcionario señaló que, en paralelo, se trabajó en el relevamiento puntual de sectores específicos de la ciudad, identificados como los de mayor crecimiento relativo, básicamente en el noroeste, para detectar casos de construcciones terminadas que ni siquiera contaran con el respecto permiso de edificación.

   En base a estos parámetros, en Rosario había 3.040 casos de “permisos abiertos” que representaban a 653 mil metros cuadrados autorizados a construir pero aún figuraban sin final de obra.

   De ese universo, la Dirección General de Obras Particulares detectó irregularidades en 1.682 casos, que representaban casi la mitad de la superficie (300 mil metros cuadrados) presentaban condiciones de habilitabilidad pero sus propietarios no lo habían denunciado al municipio rosarino.

   En términos de recaudación la diferencia entre el TGI pagado hasta ese momento y el establecido mediante el “final de obra de oficio” representa para el Estado local 252 mil pesos anuales.

   Pero se eleva a 300 mil pesos, con los 461 casos detectados por la Dirección General de Topografía y Catastro en los barrios privados y residenciales que ni siquiera habían tramitado el permiso de edificación.

   La subsecretaria de Economía municipal, Eleonora Scagliotti, aclaró que la regularización de oficio no desobliga a los propietarios a presentar el “final de obra” bajo el procedimiento establecido para este trámite.



Distrito por distrito. En el distrito noroeste fue donde el municipio detectó la mayor cantidad de irregularidades con 761 casos, sumados las construcciones sin final de obra y las que no habían tramitado ni siquiera el permiso de edificación.

   De los barrios residenciales y privados relevados, el ránking de obras encontradas que no contaba incluso con la autorización para edificar estuvo liderado por el vecindario de San Eduardo, donde se encontraron 156 de este tipo de casos, seguido por Hostal del Sol (113), Aldea (121), Fisherton (57) y Country Tenis con 14 propiedades.

   Detrás de la zona noroeste le siguió el centro, donde se hallaron 516 casos a los cuales les faltaba final de obra, que proporcionalmente se ubicaría debajo de otros distritos si se tomara en cuenta que concentra el 40% de los pedidos de permisos de edificación de la ciudad.

   En tanto, en el distrito norte de la ciudad se encontraron 340 propiedades sin el final de obras, mientras que en la zona sur se hallaron 208 casos y en la sudoeste, con 149 infracciones. l
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