Año CXXXVII Nº 49639
Política
La Ciudad
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Mujer
Turismo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 21/10
Mujer 21/10
Economía 21/10
Señales 21/10
Educación 20/10
Página Solidaria 17/10
Estilo 06/10

contacto

servicios
Institucional



 domingo, 28 de octubre de 2007  
El cazador oculto: “Hay que huir de la gente aburrida”

Ya lo dijo Quino. O mejor, se lo hizo decir a Manolito: “Hay que aprender a valorar las pequeñas ganancias de las grandes pérdidas”. Mientras el nenito hacía girar como un trompo la única tuerca que quedó sana del camión que le habían regalado a Guille, el hermanito de Mafalda, y que él, con su torpeza natural, había hecho añicos. Una lección de vida. Tan útil que, hasta en los momentos más inesperados, da frutos. Y así fue cuando, después de las declaraciones fascistas del Nobel de Medicina James Watson, se supo el título de una de su obras cumbres, “Avoid Boring People”, que puede traducirse como “evite aburrir a la gente” y también “evite a la gente aburrida”. Un consejo que, a pesar de venir de un malnacido que cree que “los negros son menos inteligentes que los blancos”, es digno de ser tenido en cuenta. Más cuando se trata del planeta mediático rosarino. O el tono de voz monocorde de Gustavo Rezzoaglio cuando presenta los sesudos temas en “Plan A”, el talk show que conduce por Canal 3, a la hora de la siesta es más peligroso que una sobredosis de Ribotril. Ni hablar de las larguísimas homilías paganas que despacha el “padre” Gustavo Lorenzatti (¿por qué se mueve de un lado para el otro? ¿no hay toillete en Canal 5?) cuando emprende su lisérgica “Gira mágica”. O los sutiles análisis políticos que prodiga, con ese tonito suficiente de “mirá como te enseño a vivir”, Gerardo Bongiovanni, ante la mirada atenta de los panelistas de “A fondo”. Son tan entretenidos como las reflexiones sobre esos desconocidos parajes del mundo que, con expresión preocupada, dispara en “Bien temprano” el bueno de Coco López ¿Qué queda entonces para las “aperturas” con las que Luisito Novaresio intenta sacudir la modorra en la que deja sumida a la audiencia Sergio Roulier que, desde que siente la obligación de ser simpático al aire, no hace más que lanzar una risotada tras otra, menos creíbles que la emoción de los políticos en campaña? Mejor que evitar es huir de la gente aburrida.


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados