|
miércoles,
12 de
septiembre de
2007 |
Reflexiones
Inequidades de un sistema electoral
Por Oscar M. Blando (*)
Una de las principales "áreas de análisis" de un sistema electoral es la conversión de votos en escaños (D. Nohlen). Puede decirse pues, que un sistema electoral en sentido estricto se ocupa del modo de distribución de cargos o bancas según el resultado electoral.
Siguiendo el principio democrático de que cada hombre vale un voto, un sistema electoral refleja más fielmente la voluntad popular cuando existe una relación proporcionada entre los votos de la ciudadanía y los resultados electorales.
Quiero detenerme solamente en analizar esta relación entre votos y bancas según los resultados electorales del pasado 2 de septiembre respecto del Senado provincial.Como sabemos, la unidad en base a la cual se organizan las elecciones (circunscripción electoral) tiene dos órdenes fijados por la Constitución en Santa Fe: circunscripción única plurinominal para Diputados y varias circunscripciones uninominales en el Senado: un senador por cada uno de los 19 departamentos, sin tener en cuenta relación poblacional alguna.
¿Cómo se ha reflejado esta relación entre votos y bancas alcanzadas según el resultado electoral en el Senado? Según lo muestra —al escribirse esta nota— la página oficial (www.santa-fe.go.var/elecciones), el Frente para la Victoria (Bielsa) ha obtenido 13 bancas (senadores) lo que expresa el 68,42% de las bancas en juego; el Frente Progresista Cívico y Social (Binner) consigue 5 senadores, lo que representa el 26,32% de las bancas; y la UCR (Tate) logra un senador (el 5,26%).
Sin embargo, si se advierte la cantidad de votos conseguidos por partidos para senadores, el Frente de Bielsa obtuvo 670.590 votos, es decir, el 43,34% del total de sufragios; el Frente de Binner 764.235 con el 49,39% de los sufragios totales; y la UCR 48.348 votos con el 3,12% del total de sufragios.
Conclusión: el sistema uninominal permite casos como éste: el que no obtuvo mayoría de votos consigue mayoría de bancas... En efecto, el 43,34% del total de votos a senadores del Frente para la Victoria se convierten en virtud de este sistema electoral en el 68,42% de las bancas realmente conseguidas: 13 de la 19 en juego. Y a su vez, el 49,39% de los sufragios de Binner se transforman en realidad en un 26,32% de las bancas, ya que sólo obtiene 5 senadores.
Los llamados sistema uninominales "puros" tienen este grave inconveniente: permiten la desproporcionalidad entre los votos emitidos por la ciudadanía y su conversión en bancas. En el senado santafesino que se conformará a partir de diciembre hay una sobrerrepresentación parlamentaria del partido que salió segundo en cantidad de votos.
Esta "desproporción" se traduce en un hecho no menos importante: la Asamblea Legislativa (reunión de ambas cámaras para tratar temas tan trascendentes como aprobar o rechazar pliego de jueces o los miembros de organismos de control) tendrá mayoría del sector político que no ganó las elecciones: 35 legisladores el sector que representó Bielsa, 33 representantes del que ganó las elecciones (Binner) y 1 el radicalismo oficial.
Los sistemas uninominales tienen otros serios problemas, sobre todo uno que es clave: según cómo se "diseñen" las circunscripciones tanto puede servir para eliminar o minimizar a las minorías como tergiversar el voto mayoritario de la ciudadanía, permitiendo "hacer ganar" a quien "no ganó".
Desde luego, no hay ningún sistema electoral neutro o perfecto, pero el sistema uninominal fue reclamado por diversos sectores sociales, comunicacionales e incluso políticos en nuestro país luego de la crisis del 2001, y lo que es llamativo, a veces por expresiones minoritarias del espectro ideológico: estas elecciones han dado una lectura inequívoca: sistema uninominales (senado) y reducción de bancas (Concejo Deliberante de Rosario) han significado prácticamente la eliminación de las minorías.
La bandera de la lucha contra la "lista sábana" fue el sistema uninominal que permite efectivamente la personalización del voto: "¡Votemos a las personas y no a los partidos¡", se decía: "Es necesario que se conozca a quién se vota", elemento sustantivo, es cierto, para una buena decisión ciudadana, pero también debe argumentarse que en aras de esa personalización se sacrifican otros valores o principios que todo sistema electoral, a mi juicio debe mantener: a) el pluralismo político que supone la posibilidad de que se permita una diversidad de expresiones político-partidarias con bajos umbrales electorales de exigencia, b) grado de proporcionalidad que refleje las preferencias políticas de la sociedad y que éstas se expresen en la correspondencia entre votos y bancas obtenidas. Para que haya pluralismo y proporcionalidad necesariamente debe haber listas que incluyan a varios candidatos. Esto no significa la defensa de listas cerradas y bloqueadas (mal llamadas "sábana", ya que éstas son las boletas que "arrastran" candidaturas de diversas categorías: presidente, gobernador, diputados, intendente, concejales), ¿pero lo que no funcionó sustantivamente por su impredecibilidad (sistema uninominal), en 1902 por impulso de Roca puede funcionar ahora? El sistema proporcional que permite pluralismo y proporcionalidad supone una lógica de competencia electoral con funcionamiento de partidos políticos fuertes, prestigiados, con controles y programáticos, y esta no es una característica del sistema de partidos en la Argentina, lo cual agrava el problema.
¿No hay salida? Desde luego que sí. Pero no hay receta mágica ni única. Menos hay soluciones simplistas y que ignoren problemas mayores a los que se quieren solucionar. El sistema uninominal puro es impredecible y genera inequidades. La tendencia parece acercarse a sistemas mixtos que combinen territorio con población, personalización con proporcionalidad. Una futura y necesaria reforma política y constitucional en Santa Fe, entre otras cuestiones, lo debería contemplar. No es un tema menor para un sistema político, especialmente porque está en juego la credibilidad ciudadana, clave de la legitimidad democrática.
(*) Doctor en Derecho y profesor de Derecho Político de la UNR
enviar nota por e-mail
|
|
|