El Mercosur busca unificar aduanas

La unificación aduanera en la región fue uno los ejes de los discursos de cierre de los jefes de Estado que participaron en Asunción de la 33ª Cumbre de Presidentes del Mercosur y de Estados Asociados.

   El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva instó a trabajar en “nuevas medidas para eliminar el doble cobro de aranceles y un nuevo código aduanero” y celebró la puesta en marcha de “un grupo de altos funcionarios para la integración productiva de Paraguay y Uruguay”. Resaltó la iniciativa de “la Argentina y Brasil que comienzan a utilizar sus monedas para el intercambio comercial”, una medida que el jefe de Estado brasileño confió pueda “ser usada en todo el Mercosur”.

   Su par boliviano, Evo Morales llamó también a “dignificarse frente a los organismos internacionales, desde la unión de todos, dejando de lado el liderazgo de algunos países en la región”.

   A su turno, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, admitió que “la integración no es nada fácil, dado que debe descansar en el consenso de políticas conjuntas”, pero confió en que puedan hallarse puntos de encuentro. “Chile por fin vuelve de donde nunca debió haberse ido”, dijo Bachelet en referencia a su inserción al bloque como miembro asociado.

   El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, por su parte, llamó a cumplir la “eliminación del doble arancel y el tratamiento de las asimetrías”, dos puntos que consideró: “Se están haciendo adecuadamente”. Vázquez insistió en “dejar egocentrismos” y negociar de manera conjunto la deuda externa porque opina que “no es bueno estar aislado”.

   Rafael Correa, presidente de Ecuador, coincidió con su par argentino, Néstor Kirchner, en que “va a ser muy difícil la integración si no se reduce la dependencia frente al resto del mundo”. Admitió que esa dependencia mucha veces tiene que ver “con la falta de financiamiento”, pero apostó a que la creación del Banco del Sur y otras entidades de que reducirá ese sometimiento económico.

   De la declaración final de la cumbre se destaca la necesidad de impulsar acuerdos comerciales con terceros países u otros bloques regionales; el estado de la negociación para alcanzar un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea a la luz de la ronda de Doha y la exortación a EEUU y a la Unión Europea, junto a otros países desarrollados, a mostrar flexibilidad y voluntad política para reducir subvenciones y generar un mayor acceso a sus mercados para los productos agrícolas.