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 domingo, 20 de mayo de 2007  
Milenaria y muy vigente

Sabido es que el yoga ha demostrado ser sumamente adecuado para lograr un sólido estado de salud. Su práctica se adapta a diversos trastornos crónicos, tales como artrosis, problemas reumáticos, desórdenes gastrointestinales o respiratorios, así como complemento en el tratamiento de personas que padecen problemas cardíacos, diabetes y trastornos nerviosos. Además ayuda al funcionamiento del sistema inmune, aumentando las defensas.

Al utilizarse en forma conjunta con medicamentos o métodos que el médico considere necesarios, ambas terapias se potencian, logrando así resultados positivos.



Recomendaciones

Para una terapia correcta, debemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Buscar un programa idóneo, formado por ejercicios de respiración (Pranayamas), posturas (Asanas) y relajación. En el yoga contemporáneo se utilizan también elementos auxiliares como esferas, sogas y barras para producir elongación y mejor trabajo articular. De acuerdo al trastorno que se padezca, habrá que indicar, qué técnicas son las apropiadas y cuáles no, como también, el tiempo de duración y frecuencia de las clases.

  • Descanso reparador, ya sea en la cantidad de horas de sueño o, mejor aún, una relajación profunda.

  • Alimentación adecuada, acercándonos siempre a lo natural.

  • Ejercicios para tranquilizar la mente y agudizar la concentración, teniendo en cuenta en cada práctica, que son fundamentales las actitudes mentales positivas.

  • Cumplir correctamente las prescripciones ordenadas por el médico.

    No dudamos que respirar correctamente, descansar lo adecuado y practicar esquemas corporales favorecen el equilibrio físico. Por eso es aconsejable realizarlo cuando estamos supuestamente “sanos” en forma preventiva y no esperar a estar con alguna dolencia física o mental.

    Actualmente las clases de yoga se han ido adaptando a las necesidades de distintas edades, de manera tal, que no resultan aburridas y pueden ser practicadas por niños y ancianos.

    En síntesis, se trata de una práctica milenaria (más de 5.000 años de antigüedad), que ayuda a lograr una calidad de vida mejor.

    Susana Faraut

    Profesora de yoga
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